Tenía 12 años, era negro y se llamaba Tamir Rice. Su nombre pasó a simbolizar junto a los de Michael Brown, Eric Garner o Walter Scott los abusos de la policía hacia la población negra y las demandas de justicia de una parte de la sociedad hastiada con la cultura del gatillo fácil que impregna la conducta de las fuerzas del orden en Estados Unidos. Pero la justicia le ha dado la espalda a Rice, el chaval que fue tiroteado en un parque de Cleveland por dos agentes que confundieron la pistola de juguete que llevaba con un arma de verdad. Después de más de un año de investigación, un gran jurado popular ha decidido no presentar cargos contra los agentes que lo mataron con un disparo en el torso y otro en el abdomen.

Al anunciar la resolución, el fiscal del condado, Timothy McGinty, ha asegurado que su muerte se produjo como consecuencia de “una tormenta perfecta de errores humanos”, pero en ningún caso los agentes actuaron de forma criminal porque la ley les concede el beneficio de la duda y están obligados a tomar decisiones trascendentales en apenas unos segundos. McGinty se había posicionado de antemano, al recomendar a los miembros del jurado que no presentaran cargos. Su decisión se basó aparentemente en la conclusión de una investigación independiente que encargó hace unos meses a dos expertos y que concluyó que “Rice suponía una amenaza seria para la integridad física y la vida” de los agentes.

EL AVISO DEL VECINO

Rice murió abatido en noviembre del 2014, después de que un vecino avisara a la policía de que había un chaval en el parque con una pistola. El vecino les dijo también que creía que se trataba de un menor y que el arma era “probablemente falsa”, pero esa información no llegó a comunicarse a los agentes Timothy Loehmann y Frank Garmback. De acuerdo con el vídeo del incidente, su coche patrulla aparcó muy cerca de donde estaba Rice y, pocos segundos después de bajar del coche, uno de los policías le disparó. Estos adujeron más tarde que el niño había desoído sus demandas para poner los brazos en alto, llevándose en su lugar la mano a la cintura como si quisiera coger la “pistola”.

La muerte de Rice desató manifestaciones y protestas en Cleveland y se produjo solo dos días después de que otro gran jurado exonerara al agente que mató a Michael Brown en Ferguson (Misuri). No fue el único que salió indemne tras matar a un afroamericano desarmado. También el agente que estranguló a Eric Garner por vender cigarrillos de contrabando en Staten Islan (Nueva York) quedó libre de cargos después de que un jurado popular examinara su caso.