Cuatro detenidos en Roquetas de Mar por los disturbios tras la muerte de un guineano
Los inmigrantes subsaharianos quemaron contenedores y rompieron mobiliario urbano pidiendo justicia La Guardia Civil todavía no ha arrestado a nadie por el apuñalamiento mortal del viernes
El Periodico, , 28-12-2015La Guardia Civil ha detenido a cuatro personas de origen subsahariano por su participación en los altercados registrados en Roquetas de Mar (Almería) el día de Navidad, cuando unos 300 inmigrantes protestaban por la muerte de un compatriota, según han confirmado fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Almería. Los manifestantes montaron barricadas con contenedores y mobiliario urbano en llamas, y rompieron cristales de comercios y coches patrulla. Tres agentes resultaron heridos leves.
Los disturbios se produjeron durante la tarde del 25 de diciembre, cuando las protestas tras la muerte de un inmigrante en el transcurso de una discusión de tráfico subieron de grado. Una portavoz de la Subdelegación del Gobierno ha informado de que no se descartan nuevos arrestos. Asimismo, ha indicado que la Guardia Civil ha identificado a varias personas más en relación con estos altercados y ha señalado que la noche ha trasncurrido “tranquila, con normalidad y sin incidentes”.
GUINEANO APUÑALADO
Los subsaharianos clamaban justicia por la muerte de Amisau M., un guineano de 42 años que fue apuñalado la madrugada del día de Navidad en las inmediaciones de la carretera que une Roquetas con La Mojonera, presuntamente.
Junto a un grupo de amigos se dirigía en esa direccion cuando se encontraron con unas personas de etnia gitana que estaban celebrando la Navidad en plena calle e impedían el paso. Se inició entonces una discusión entre ambos grupos que terminó con el apuñalamiento mortal.
HUIDA
Las primeras hipótesis apuntan a que los agresores podrían haber huido a otra provincia, aunque los inmigrantes trataron de rodear e incluso quemar el edificio donde sospechaban que se había refugiado.
Desde entonces, medio centenar de agentes de Policía y Guardia Civil controlan la zona para evitar nuevos incidentes, y no hay detenidos aún por esta agresión.
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