Los nervios comenzaban a aflorar. El primer premio de este año tenía toda la pinta de seguir los pasos que su hermano de 2014, es decir, esperar hasta la una de la tarde para dar alegría. Pero no. La fortuna quiso que a las 12.13 horas, en el sexto alambre de la séptima tabla, las dos bolitas salieran. La de los 4 millones de euros la ha cantado Nicol Valenzuela; la del 79140 ha sido expresado con enorme alegría por Lorena Stefan. Las dos han entrado en la pequeña historia de la Lotería Nacional. Ya forman parte del selecto club de niños que han cantado el Gordo de Navidad. En Roquetas de Mar jamás las olvidarán. La administración 2, situada en la avenida con el mismo nombre que esta localidad almeriense, ha sido la encargada de vender 113 las 160 series de ese número que a partir de ahora es mágico para centenares de personas que pasan por este establecimiento. En dinero contante y sonante, 452 millones, a los que es necesario restar los 90,4 que se queda Hacienda.

La diosa Fortuna no entiende de edad, sexo, escala social ni geografía. El Gordo de Navidad no iba ser una excepción y quiso premiar a los más jóvenes. Los mismos que aprovechan estas fiestas para vender toda su mercadotecnia académica en las reuniones familiares para financiar sus viajes de fin de curso. Y en todo ese arsenal de convencimiento estaban las participaciones del 79140. «Todo el número está aquí. Ha sido repartido entre los vecinos y los colegios que lo pidieron para los viajes de fin de curso de los niños», explicó José Martín, el lotero más feliz de España.

También estaban allí dos de los premiados que seguro aspira al podio de los más felices. Según recogieron varios medios de comunicación, uno de los premiados era un nigeriano que aseguraba que había llegado a Almería en patera y que después de ganarse la vida con la venta ambulante y con trabajos en el campo, estaba en el paro. Otro, éste procedente de Senegal, también estaba desempleado y subsistía con recursos limitados, por lo que, para ellos, su sueño había recibido un gran impulso.