INMIGRACIÓN SÓLO LOS PUEDE OBTENER EN TERRITORIO SIRIO Y NO PUEDE ENTRAR

OSSAMAH NO PUEDE REAGRUPAR A SU FAMILIA

El refugiado sirio zancadilleado denuncia que España le pide trámites imposibles de cumplir

El Mundo, , 19-12-2015

Abatido y confiando todo entendimiento a su traductor, Ossamah Abdul Mohsen, el refugiado sirio acogido en España tras sufrir la agresión de una periodista en la frontera entre Serbia y Hungría, denunció ayer las «trabas imposibles» que el Gobierno español le pone para reagrupar a su familia y el «incumplimiento de la promesa» de la concesión de su estatus de asilado con protección internacional tras lograr huir de la guerra en Siria.

En una rueda de prensa conducida por Miguel Ángel Galán, director del Centro Nacional de Formación de Entrenadores (Cenafe), donde Ossamah trabaja, el refugiado narró su angustia por la situación de su mujer y dos hijos, que el 1 de enero deberán dejar el piso de Turquía donde viven y quedarán en la calle.

Ossamah vive en Getafe (Madrid) con dos hijos, pero tiene a la otra mitad de su familia en una «situación límite» en Turquía, a la espera de poder reagruparlos.

Según los documentos aportados por el director de Cenafe, el Ministerio de Asuntos Exteriores autorizó a la Embajada española en Ankara (Turquía) a tramitar un «visado de residencia de carácter extraordinario» para los tres familiares de este entrenador de fútbol que huyó este verano con su familia de la guerra que asola su país.

Sin embargo, la documentación exigida por la Embajada el 3 de diciembre es «imposible de aportar», según Ossamah. La oficina consular pide pasaportes en vigor (el hijo mayor lo tiene caducado) y certificados de penales, dos documentos que sólo puede tramitar la embajada Siria en Ankara. «Y ni yo ni mi familia podemos entrar allí por razones políticas. No nos atienden».

Además, la Embajada española pide un certificado médico expedido por autoridades turcas. Y una acreditación de «vínculo familiar» entre la mujer y los dos hijos con Ossamah, algo que sólo puede expedir la Embajada española en Beirut –que ha asumido la demarcación consular correspondiente a Siria–, adonde ningún miembro de la familia ha podido viajar en el plazo que España marcó: 10 días. Y se cumplieron el 13 de diciembre.

Ossamah: «¿Cómo voy a lograr esos papeles en un país en guerra o en una embajada que no nos recibe? Hablo por todos los sirios a los que se les pide esto. Pido al señor Rajoy que facilite el visado».

Ante esas dificultades, Ossamah y Galán pidieron el cumplimiento de la «promesa que hizo el Gobierno español». Es decir, la concesión del asilo con protección internacional, para lo que no necesitan los papeles que la Embajada les pide.

El refugiado agradeció al Gobierno la «rapidez» en darle en septiembre un permiso de residencia de un año y otro de viaje para que recogiera a su familia cuando obtuviera el visado de residencia extraordinario.

Pero ahora ha aparecido la burocracia. «La Embajada no nos atiende al teléfono. Después de tres meses en España, la promesa de asilo no se ha cumplido. Ossamah y su familia huyeron de una guerra y tienen derecho al asilo. Las trabas afectan a miles de personas. España se comprometió a acoger a 14.000 refugiados y lleva 12. Y uno lo he traído yo», alertó Galán.

La reivindicación obtuvo ayer el apoyo del Consejo General de la Abogacía, que pidió a los ministros de Exterior, José Manuel García-Margallo, e Interior, Jorge Fernández Díaz, que agilicen los trámites para la reunificación familiar y denunció que Ossamah siga sin protección tras tres meses en España.

Al otro lado, el Gobierno asegura que todo trámite pedido a Ossamah se ajusta a la ley. «No podemos hacer la vista gorda ni saltarnos la ley. Explicamos a Ossamah y sus asesores los requisitos para el visado, que son los mismos para todos», dijo ayer un portavoz de Exteriores.

El Gobierno cuenta que Ossamah obtuvo una «autorización de residencia por circunstancias especiales» y que la única posibilidad de un visado de residencia para su familia era la de presentar los pasaportes, el certificado de penales, el aval médico y el vínculo familiar, «que no se pueden obviar y que hasta ahora la familia no ha podido aportar».

El Ministerio no discute que algunos requisitos fueran difíciles de obtener y dice que, ante ello, el propio Ministerio aconsejó al refugiado sirio pedir el asilo. Según Exteriores, Ossamah solicitó la «protección internacional en base a la Ley de Asilo y Refugio el 9 de diciembre», un proceso pendiente de resolución.

De hecho, Exteriores afirma que si el Ministerio del Interior otorga la protección internacional a Ossamah «no habrá problema en extenderla a sus familiares en Turquía».

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