El kamikaze de París burló tres controles al huir

La policía francesa no detuvo a Abdeslam, que pudo continuar hacia la capital belga

El Mundo, DANIEL PUCHOL PARÍS, 21-12-2015

Salah Abdeslam, sospechoso de haber tenido un papel clave en los atentados que golpearon París el pasado día 13 de noviembre, consiguió pasar hasta tres controles de policía antes de llegar a Bélgica. Ésta es la información transmitida al diario Le Parisien por una fuente próxima a la investigación que se está llevando a cabo en Bruselas.
El testimonio de Hamza Attou ha sido fundamental a la hora de conocer estos sorprendentes datos. Attou presuntamente ayudó, junto a Mohammed Amri, a llevar a su amigo Salah Abdeslam hasta Bruselas el día después de los ataques de la capital francesa.
De acuerdo con esta fuente, en el momento en que Hamza Attou y Mohammed Amri fueron en busca del sospechoso autor de los ataques, Abdeslam se encontraba «nervioso e incómodo».
Luego comenzó a amenazarles: «Él nos dijo que le lleváramos a Bruselas, si no hará explotar el coche». Para persuadirles, Salah Abdeslam se jactó de haber abatido a varias personas con un kalashnikov, añadiendo que su hermano Ibrahim se había inmolado y que él era el único superviviente y el «décimo» terrorista.
Siempre según esta fuente y de acuerdo al testimonio de Attou, Abdeslam también aseguró «haber dejado la documentación de su hermano dentro del coche –sin precisar cuál– para que sea conocido en el mundo entero, como Coulibaly», uno de los terroristas de los atentados del mes de enero llevados a cabo también en París.
De acuerdo al relato de Attou, Abdeslam aseguró que «vengaría a su hermano, al tiempo que criticaba a los judíos».
Para evitar los controles policiales, Salah Abdeslam les pidió a las dos personas que le estaban llevando a Bruselas que fueran por carreteras secundarias. Sin embargo, al cabo de unos kilómetros terminaron perdiéndose y tomando la autopista. Abdeslam les pidió que condujeran lentamente, sin evitar los controles.
En el primer control la policía les preguntó «si habían consumido drogas». Abdeslam, sentado en la parte trasera, no contestó, mientras que Amri y Attou contestaron que «sí», ya que acababan de fumarse un porro. «La policía dijo que no estaba bien, pero que ese día algo así no era prioritario». El agente en cuestión no les pidió los papeles.
En el segundo y el tercer control la identidad de los tres ocupantes del vehículo sí fue comprobada. En el segundo, Salah incluso dio su dirección en el conflictivo barrio de Molenbeek, pero en ese momento el presunto terrorista todavía no estaba siendo buscado.
Ya en el tercer control, mientras realizaban una parada en una gasolinera, Salah Abdeslam «fue al aseo y regresó con la chaqueta abierta», relata el testigo. Fue en ese momento cuando Hamza Attou y Mohammed Amri comprobaron que Salah Abdeslam les había mentido y no llevaba ningún cinturón de explosivos ni un kalashnikov.
Los datos que se publican a cuentagotas sobre la huida y el paradero de Abdeslam son a cada cual más sorprendente. La semana pasada se conocía que el sosprechoso podría haberse fugado escondido en un armario, según la policía belga.

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