donostia – Los voluntarios están poniendo toda la carne en el asador, hasta 400 euros por cabeza de su propio bolsillo, pero los refugiados no dejan de llegar a las costas griegas y las necesidades se multiplican por momentos. “Nos han pedido reforzar una nueva zona de llegada con rompientes. Necesitamos comprar una nueva moto de agua. Solo con vuestra ayuda es posible”, pide colaboración la ONG vasca Salvamento Marítimo Humanitario desde las redes sociales. Los llamamientos son continuos. Lo mismo requieren personal cualificado para colaborar en los rescates que comida, sacos de dormir y zapatos para hombre de las tallas 40 a la 44.

Desde la isla griega de Chíos los rescatadores informan puntualmente de sus actuaciones y se hacen eco de las pésimas condiciones en las que emprenden los refugiados la travesía. Todo con el único fin de concienciar a ciudadanos e instituciones y recabar apoyos. “Necesitamos fondos para seguir ayudando a esta gente”, clama Patxi Martínez, al que se le ve en un vídeo arropando con una manta térmica a un niño, recién llegado, en brazos de su madre.

A él y a su compañero Borja Olabegogeascoechea se unirán este fin de semana otros cuatro voluntarios, que llevarán una segunda ambulancia. Además de participar en las labores de rescate y en la posible formación de personal local, con estos vehículos ayudarán en el transporte sanitario, ya que solo hay una ambulancia en la isla. Una misión para la que trabajan codo con codo con la ONG francesa WAHA, especializada en la asistencia materno – infantil.

Según explica desde Euskadi Jaime Rochas, un socorrista de Zarautz que también colabora con la causa, “está previsto que cada grupo de voluntarios permanezca en Grecia tres semanas por la posible dureza del trabajo, tanto física como psicológica”. Aunque la respuesta de la gente al conocer esta iniciativa está siendo “buena”, Jaime insiste en la urgencia de contar con más aportaciones económicas. “La gente nos da ánimos, ha habido quienes se han ofrecido para ir o para publicitarnos, pero necesitamos más ayuda porque es muy costoso tener a seis personas allí, pagar los ferrys, el gasoil, las averías y todo lo que vaya surgiendo”, comenta. Solo la moto acuática que precisan para realizar su labor vale 11.300 euros; todos los voluntarios van con un seguro de asistencia y repatriación… Es un suma y sigue.

“Alimentar la llama” El objetivo de la ONG que han creado es evitar que, “después de hacer un viaje larguísimo, con muchas dificultades, familias completas se ahoguen justo cuando van a llegar a su destino, porque ese es el gran trauma, la gran tragedia”, destaca Imanol Gómez, otro de los impulsores de este proyecto. “Se ahogan porque no tienen conocimientos, porque no llevan los medios adecuados y porque las circunstancias son adversas. Como nosotros tenemos la experiencia, los conocimientos y recursos operativos, estamos intentando solucionarlo con esta asociación”, explica.

Ertzaina, experto en rescates acuáticos y voluntario de la Cruz Roja, Imanol trabaja desde Euskadi para “seguir alimentando la llama, porque si la gente no hace donaciones no tenemos dinero ni siquiera para comer”. Él tiene previsto viajar a Grecia en enero. “Todos tenemos ganas de estar allí y hacer el trabajo para el que estamos preparados, pero hay que seguir manteniendo la estructura aquí. Es más, sin el trabajo de aquí, el de allí no perdura”, avisa. Quien quiera contribuir a prorrogarlo puede hacerlo con una aportación en la cuenta de Laboral Kutxa ES92 3035 0235 22 2350038982. – A.R.