La lucha de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado demuestra que esta situación de explotación laboral no es ninguna excepción. El pasado enero la Policía Nacional detuvo a seis personas por explotar a inmigrantes irregulares en una finca de Lorca. Los jornaleros, que no tenían contrato, debían pagar el desplazamiento al campo, sus aperos y, en ocasiones, no se les pagaba el salario pactado. Estos casos no se ciñen únicamente al campo. El año pasado la Policía Nacional detuvo a 17 personas tras la inspección de una decena de establecimientos de venta de kebab en Pliego, Murcia y sus pedanías de La Ñora, Espinardo, Puente Tocinos, Casillas y Beniaján. En la mayoría de estos locales, una o dos personas trabajaban presuntamente sin contrato y sin permiso de residencia y lo hacían durante jornadas abusivas todos los días de la semana, a veces a cambio solo de comida y tabaco. Otra operación policial permitió arrestar a un empresario acusado de pagar 20 euros al día a ‘sin papeles’ y les restaba la comida y el desplazamiento.