Más de 60 millones. Este es el número de personas desplazadas o refugiadas que hay en el mundo, víctimas de guerras, persecuciones políticas, violencia y violaciones de los derechos humanos. Así de terrible es la realidad que dibuja el informe hecho público este viernes por el Alto Comisariado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), que certifica el año 2015 como el que ha registrado “un crecimiento sin precedentes en materia de desplazamientos forzados en el mundo”.

Es por ello que el jefe del ACNUR, Antonio Guterres, ha subrayado en rueda de prensa que el número de refugiados seguirá creciendo en el 2016 a menos que se ponga fin a a la guerra en ese país y se ayude de forma masiva a los países vecinos, muy desestabilizados por un conflicto que ya ha convertido a Turquía en el país en acoger el mayor número de refugiados del mundo: 1.800.000, el 98% de ellos sirios. El Líbano acoge a 1,2 millones de sirios, Jordania a 628.000, Irak a 251.00 y Egipto a 131.000.

El estudio cubre hasta junio del 2015, sin recoger por tanto el grueso de las llegadas masivas a Europa por el Mediterráneo, que se han concentrado sobre todo a partir de los meses de verano. Pero sí sitúa ya Alemania como el país que en el primer semestre del año encabezó la lista de solicitudes de asilo:159.000. El segundo es Rusia, que registró unas 100.000 solicitudes, personas que huyen del este de Ucrania principalmente.

Es la región del África subsahariana donde se concentran el mayor número de refugiados (4,1 millones), seguida de Asia y el Pacifíco (3,8 millones), Europa (3,5 millones), Oriente Próximo y Norte de África (3 millones). Muy por detrás, con 750.000 personas se sitúa el continente americano.

Pero además, mientras el exilio de los refugiados aumenta, disminuyen los ritmos de retorno de los que se marcharon, que está en su nivel más bajo en tres décadas, indicador de que los conflictos perduran. En los primeros meses del 2015 solo regresaron a sus hogares 84.000 personas, en comparación con 107.000 del mismo periodo en el 2014.