La UE libera 80 millones para acoger 20.000 asilados en Grecia

La falta de control en torno a la llegada masiva de migrantes es la principal preocupación de Bruselas

La Voz de Galicia, CRISTINA PORTEIRO Bruselas / Corresponsal,, 15-12-2015

La Comisión Europea vuelve a rascarse los bolsillos en otro intento de taponar con más parches la peor crisis de refugiados que recuerda el continente en las últimas décadas. Su vicepresidenta, Kristalina Georgieva, anunció ayer la movilización de 80 millones de euros para apoyar a Grecia y a Acnur en la puesta en marcha de un programa para aumentar la capacidad de acogida en el país heleno, primera línea de llegada para los 790.000 migrantes del millón y medio que este año emprendieron la marcha hacia Europa.

PUBLICIDAD

El Gobierno de Tsipras se comprometió en la cumbre del 25 de octubre a habilitar hasta 50.000 nuevas plazas para desplazados con el fin de evitar el colapso humanitario en la ruta de los Balcanes, la vía de acceso que utilizan la mayor parte de las personas que se adentran en Europa. Los fondos se destinarán a la creación de 20.000 de esas plazas. Se trata de ayudas para la reubicación de demandantes de asilo en apartamentos de alquiler. Las prisas marcan el calendario. El programa tiene que completarse antes de fin de año pero no está claro que llegue a tiempo ni que se cumpla en su totalidad.

Los «hotspots» también están en el punto de mira de la UE. «Todavía no funcionan», se quejaba ayer el ministro lituano de Exteriores, Antanas Linkevicius. La cantinela se repite cita tras cita en Bruselas. La falta de control en torno a la llegada masiva de migrantes es la principal preocupación de Bruselas. «La rápida puesta en marcha de los hotspots y la aceleración en el proceso de reubicación son las prioridades, pero el sistema solo puede ser exitosos si va acompañado de una mayor acogida de emergencia, asistencia y esfuerzos en el registro de migrantes en los países más afectados», aseguró el representante de Operaciones de Acnur, Okoth-Obbo. La UE se encuentra dividida entre quienes piensan que primero hay que asegurar las fronteras y después iniciar la reubicación de refugiados desde Italia y Grecia, y aquellos países en primera línea que exigen mayor rapidez en el proceso de acogida.

Los ministros de Exteriores de la UE recibieron ayer a su homólogo turco, al que pidieron avances en el acuerdo alcanzado en noviembre para controlar su frontera a cambio de 3.000 millones de euros. Lo hicieron con mano izquierda, para no enturbiar el renovado y delicado vínculo entre Ankara y Bruselas. La UE anunció la apertura de negociaciones sobre otro capítulo del programa de adhesión de Turquía. El momento no es muy propicio. Sobre el presidente turco, Tayyip Erdogan, se ciernen sospechas de haberse lucrado con el tráfico de petróleo robado por el Estado Islámico en Siria.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)