Miguel Calahorrano Camino Embajador de ecuador en españa

“Nuestra comunidad ecuatoriana sufre un terrible acoso por parte de los bancos”

Diario de Noticias, Ana Ibarra Oscar Montero, 14-12-2015

pamplona – El embajador de Ecuador en España, Miguel Calahorrano, se ha reunido recientemente con representantes del grupo Cambiando Burlada en el Ayuntamiento de la localidad. La coalición que lidera el gobierno municipal integra a diferentes formaciones políticas, entre ellas, a la delegación navarra del partido ecuatoriano Alianza País que regenta desde hace siete años Ecuador. En la recepción estuvieron presentes los concejales Lourdes Lozada, concejala de Diversidad Cultural, y Vivienda y Fermín Tarragona, concejal delegado de Obras y Servicios.

En los últimos años, el Gobierno de Ecuador ha demandado por prácticas abusivas hipotecarias a diferentes entidades bancarias españolas ante los tribunales españoles y en la Corte Europea de Derechos Humanos. A su vez, ha creado un servicio jurídico desde la Embajada de Ecuador a través de los consulados. ¿Se ha consiguiendo plantar cara a los bancos en esta guerra?

Llevamos casi cuatro años de asistencia legal gratuita a la comunidad ecuatoriana, con más 50.000 atenciones gratuitas (cien diarias) en 20 ciudades de España. En Pamplona trabaja con nosotros la abogada Begoña Alfaro y disponemos de un local en Cruz Roja. Creemos que en la comunidad ecuatoriana existen una 20.000 familias con problemas que residen en el Estado español y, de ellas, hemos logrado a atender a unas 10.000, es decir, la mitad. Pese a ello se han cerrado más de 2.000 acuerdos como daciones en pago y refinanciación de deuda. Es un apoyo pero la lucha hipotecaria requiere de mucho más. Requiere solidaridad, de una participación decidida de todas las partes involucradas y de un reforzamiento colectivo a través de plataformas ciudadanas para trazar el camino de la lucha. Es un enfrentamiento muy duro de lo que fue una auténtica estafa a la ciudadanía. Lo que sufre nuestra comunidad es, principalmente, un terrible acoso por parte de los bancos que sólo se logra parar cuando se hace la primera presencia con asistencia legal a la persona. Un acoso que se hace a la familia, a los hijos… Y luego comienza esa otra lucha social.

¿En Navarra cuál es la situación?

- En Navarra tenemos cerca de 400 familias que asistimos y creemos que podemos duplicar esta atención. Uno de nuestros talones de aquiles es la comunicación. No todo el mundo conoce esa asistencia legal gratuita.

¿Este servicio complementa otros recursos teniendo en cuenta el trabajo de las oficinas de mediación hipotecaria y las plataformas de afectados por las hipotecas?

- Sobre todo, hay que tener en cuenta que esta lucha nunca se va a ganar como lucha individual. Tendrá éxito cuando sea una lucha colectiva y todos los recursos son necesarios. Por otro lado, la dación en pago y el alquiler social en un primer momento nos parecía un éxito, pero ahora queremos subir un peldaño más en las reivindicaciones. Buscamos llegar a quitas, con reestructuración de deudas, con el pago de una cuota más sostenible para que la familia se quede con el bien inmueble. Queremos que esas familias con dificultades económicas asuman una cuota más asequible para la familia. En un plazo de cinco años, por ejemplo, la crisis puede cambiar y esa familia recuperarse y salir adelante.

Hubo valores muy altos en viviendas muy precarias que cayeron en manos de inmigrantes y bancos que, han vendido muchos de esos pisos, que se quedaron a precios irisorrios incluso a fondos buitre…

- Por eso cuando hablamos de la quita estamos diciendo que en la burbuja inmobiliaria el valor del inmueble se disparó y que muchas familias pagaron lo que no valían esas viviendas. Si costaron 200.000 euros, por poner un ejemplo, ahora cuestan 100.000 euros. Se hace una quita de 100.000 y la nueva deuda se programa sobre esos 100.000. Hay algunos bancos con quienes ya hemos logrado estos acuerdos. No son la mayoría pero algo que se ve como imposible ya no lo es. Como lo fue en su momento la dación en pago. Lo importante es que la familia se quede con el bien inmueble.

¿La gente está resistiendo pese a la crisis? ¿Hay muchas diferencias en los procesos migratorios según las diferentes comunidades?

- Antes del 2000 había unos 20.000 ecuatorianos en España. En 2011 llegaron a residir hasta 500.000, más que el doble, y hoy en día hay unos 450.000, de los cuales alrededor de 250.000 tienen nacionalidad española. Acabamos de lanzar un estudio con dos universidades españolas y refleja estos datos: La población de origen ecuatoriano en España. Características, necesidades y expectativas en tiempo de crisis. En Navarra hay cerca de 15.000 ecuatorianos. Habrán salido tal vez unos 500, nada más.

¿El paro es otro de los problemas que desean abordar?

- Así es. El paro que alcanza el 32%, a lo que hay que añadir una ocupación de 18%. Hablamos de un 50% de la comunidad con empleo, y el resto está en una situación difícil. Esencialmente el desempleo afecta a los padres de familia que trabajaron en su día en el sector de la construcción y, en la mayoría de los casos, las mujeres han quedado con el trabajo doméstico y, hoy en día, son el pilar de las economías familias. Ese padre de familia busca regresar al Ecuador o, en otros casos, cuando ya tienen nacionalidad española, viaja a otros países de Europa a buscar trabajo. Y eso ha creado un problema muy grave que es la desestructuración de la familia. El papá fuera, la mamá batiéndose por mantener la familia…

El Gobierno de Rafael Correa estableció ayudas para la gente que regresa. ¿Representan un incentivo real?

- Hay algunas ayudas pero a la hora de decidir volver vemos que pesa más la determinación de quedarse. Por eso en siete años han regresado 50.000.

¿Cómo ven el panorama en este país de cara a las próximas elecciones?

- El aire que se respira es muy ilusionante. He tenido reuniones con las alcaldesas de Madrid y la de Barcelona, o los alcaldes Valencia y Zaragoza. Y se respira el cambio. Sin duda. La inquietud se centra más en los problemas y sufrimientos de la gente y en la búsqueda de soluciones ante la crisis para toda la gente, la nacida aquí y para los inmigrantes. Y en todos los ámbitos administrativos, también desde los ayuntamientos. Llevo aquí dos años como embajador y es un cambio radical el que veo. Les deseo el mejor de los éxitos.

¿Cuál es la valoración de estos años de inmigración en términos de integración social?

- La generosidad con la que ha acogido el pueblo español a la comunidad ecuatoriana ha sido muy amplia y profunda, ante el éxodo del pueblo de Ecuador. También durante estos siete años uno 20.000 españoles se han instalado en Ecuador. La mayoría jóvenes y muy cualificados, muchos de ellos como profesores y gerentes de empresas. De igual manera han sido recibidos de manera fraterna como siempre han sido las relaciones entre los dos pueblos. De hecho, pese a la crisis, la relación comercial entre los dos países no ha dejado de crecer. Una relación que se va fortaleciendo. Muchas empresas españolas importantes están trabajando allí. Por poner un ejemplo, Ecuador hizo una transformación radical de las vías de transporte terrestre y las principales que han diseñado y construido son españolas.

La ecuatoriana fue una de las primera inmigraciones….

- Se produjo una diáspora por todo el territorio español. El ecuatoriano y ecuatoriana, y más ella, que fueron las pioneras. Y luego trajeron a sus hijos, y más tarde a sus maridos, con su esfuerzo y su trabajo salieron adelante. Es lo que nos dice, entre otras cosas, este estudio.

¿Y cuáles son esos valores del pueblo ecuatoriano?

- Es un pueblo que le gusta salir adelante por medio del trabajo honrado. Es lamentable decirlo pero nuestro país está en medio de los países más productores de cocaina del mundo como son Perú, Colombia y Bolivia, sin embargo en Ecuador no se produce cocaína y es porque al ecuatoriano no le gusta el dinero fácil. No es lo que nos atrae. A la ecuatoriana le gusta el trabajo honrado y salir adelante viviendo en paz. Por eso hoy en día es uno esos países de los retirados de Estados Unidos y de Europa donde buscan un país tranquilo. Hay ciudades como Cuenca de Ecuador o Bahía de Caraquez donde hay comunidades extranjeras muy importantes.

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