Pese a tratarse de una de las máximas preocupaciones de los españoles, las propuestas para luchar contra el terrorismo se glosan en escasas páginas de los programas electorales. No se dibujan propuestas nuevas de reformas legislativas, pero sí se habla de consensos y de actuaciones conjuntas. Tras los últimos atentados en París, las actuaciones de Daesh (o Estado Islámico) se convirtieron en el gran asunto nacional. Se convocó el Pacto Antiyihadista, al que se sumaron nuevas formaciones, e incluso Podemos, crítico con el texto, acudió a las reuniones como observador. La lucha contra el terrorismo seguirá siendo una de las prioridades del Gobierno que salga de las urnas el 20-D, pero parece que nadie quiere hacer ruido en campaña con ese asunto.

Además, el Ejecutivo, siguiendo los consejos de los expertos antiterroristas, mantiene el nivel 4 sobre 5 de alerta de atentado. Las actuaciones de las Fuerzas de la Seguridad del Estado dejan claro que en España hay elementos de máxima radicalización. En Madrid hubo tres detenidos recientemente que estaban dispuestos a perpetrar un ataque. El Gobierno ha activado nuevos planes y herramientas para combatir al Daesh, también en las redes sociales.

PP. El Partido Popular se compromete a impulsar un programa específico para potenciar el personal y los medios tecnológicos de los Servicios de Información de las Fuerzas de Seguridad del Estado, «priorizando el desarrollo del I+D en nuevas tecnologías al servicio de la lucha contra el terrorismo». Avanzará en la estrategia de «prevención de la radicalización, trabajando en los diferentes ámbitos y priorizando el área formativa-educativa y sensibilización social».

En su programa apuesta por el consenso político y señala: «Los compromisos internacionales con nuestros socios y aliados, la inversión en nuestras capacidades militares y la misión que desarrollan nuestras Fuerzas Armadas son elementos imprescindibles para garantizar los derechos y libertades de los españoles» y también para combatir el «terrorismo internacional». «Seguiremos impulsando una política de Estado en materia de Seguridad Nacional y Defensa, promoviendo a través del Congreso y del Senado acuerdos con las principales fuerzas políticas y haciendo de la cultura de la Seguridad y la Defensa una cuestión transversal al conjunto de la acción de las administraciones y de la sociedad».

PSOE.El PSOE también apuesta por el consenso en la lucha contra el terrorismo internacional. Tras ponerse la medalla política del final del terror de ETA, propone «incrementar los efectivos dedicados a la lucha contra el terrorismo yihadista», y reorientar la estrategia para centrarla en el ámbito internacional y a las formas más violentas. Quiere restablecer el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista, unificándolo con el Plan de Protección y Prevención antiterrorista.

CIUDADANOS. El partido de Albert Rivera habla en genérico de seguridad pero incluye un apartado preciso sobre terrorismo. El compromiso de Ciudadanos es dotar de todos los medios necesarios para la lucha antiterrorista. Y en eso incluye la batalla para aclarar los 370 asesinatos de ETA pendientes de resolver. Coincidiendo con el PP, el partido también apuesta por un plan preventivo para evitar la radicalización en colectivos susceptibles de captación.

PODEMOS. La apuesta teórica de Podemos contra el terrorismo pasa por poner en marcha mecanismos para cortar las vías de financiación de Daesh, neutralizar sus redes de captación y adoctrinamiento, apoyar a las fuerzas democráticas en el mundo árabe, reforzar la sociedad civil en Irak y Siria, acabar con la guerra en ambos países, proteger a los refugiados y acabar con las mafias que trafican con seres humanos.