El FN, primera fuerza en Francia

La Vanguardia, , 07-12-2015

El Frente Nacional (FN) de Marine Le Pen revalidó ayer, en la primera vuelta de las elecciones regionales, su condición de primera fuerza política en Francia conseguida en las pasadas europeas, en mayo del 2014. El voto del miedo ha funcionado, como venían presagiando los sondeos, y una buena parte de los franceses se ha decantado por apoyar a quienes defienden desde siempre políticas de dureza con la inmigración. La matanza perpetrada por terroristas islamistas la noche del viernes 13 de noviembre, en París, en que murieron 130 personas, ha pesado como una losa a la hora de depositar el voto en un país encogido por el dolor, pero también por la rabia, según han confesado los franceses a través de las encuestas. El resultado es que el FN de Le Pen ha superado el 30% de los votos, por encima de Los Republicanos del expresidente Sarkozy y de los socialistas del presidente Hollande, que sufren otro descalabro.

Nunca hasta ahora la extrema derecha francesa había logrado un resultado similar. En las citadas euro­peas fue el 25% y ayer cinco puntos más. El ascenso de Marine Le Pen sigue sin pausa y ayer señalaba, exultante, su próximo objetivo: el Elíseo. Tras arrasar en dos de las trece regiones, en Nord-Pas de Calais-Picardía –cuya lista encabezaba la propia Marine– y en Provenza-Alpes-Costa Azul –encabezada por su sobrina, Marion Marechal Le Pen–, la formación ultraconservadora es la primera en otras cuatro, pendientes de la segunda vuelta que se celebrará el próximo domingo. En todo caso, será la primera vez que Le Pen obtiene un gobierno regional, donde podrá hacer visibles sus políticas de extrema dureza con la inmigración, a quienes propone entre otras medidas reducir derechos.

De poco le ha valido electoralmente a Hollande y Valls, el tándem socialista en el Elíseo y en Matignon, la contundente respuesta al terrorismo, proclamando un estado de excepción insólito desde la guerra de Argelia y lanzando a sus aviones a bombardear las posiciones del Ejército Islámico en Siria. El miedo y la inseguridad ante la convicción de que habrá más atentados, porque el nido de la serpiente está en las banlieue de las ciudades francesas –y belgas–, no los pueden resolver ataques cinematográficos a miles de kilómetros, donde mueren también civiles. Si les han servido para recuperar niveles de popularidad, que estaban por los suelos, no han bastado para rehacerse electoralmente.

Pero lo peor para Hollande y los socialistas está por llegar. Sarkozy, el políticamente resucitado expresidente, no les va a dar bola en la segunda vuelta. Lo anunció anoche, cuando se conocieron los primeros resultados que le colocaban en segundo lugar: no habrá acuerdo con los socialistas para la segunda vuelta, probablemente convencido de que tiene los votos de la izquierda cuando de frenar el empuje del FN se trata. Lo que significa que, en aquella región donde no gane el PSF en segunda vuelta, no habrá representantes socialistas, lo que representa una debacle para un partido que logró el poder en 21 de las 22 regiones en que estaba organizada Francia en las anteriores regionales.

Y es que Sarkozy mira también, por supuesto, hacia el Elíseo y es consciente que si quiere reeditar su presidencia tiene que hacer lo posible para frenar al FN y que el centro (a derecha y a izquierda) deje de ser un suculento caladero de votos para Marine Le Pen. No lo tendrá nada fácil mientras las circunstancias sigan alimentando el miedo y la rabia en el corazón de los franceses.

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