Le Pen logra un triunfo histórico tras el 13-N
Sarkozy rechaza un frente común contra el FN para la segunda vuelta de las regionales
El Mundo, , 07-12-2015Victoria histórica para la ultraderecha de Marine Le Pen en la primera vuelta de las elecciones regionales de Francia. Las estimaciones situaban ayer al Frente Nacional como primera fuerza en seis de las 13 regiones con el 30% de los votos por delante de Los Republicanos (27%), y el Partido Socialista (23%). El mensaje es evidente: los electores buscan más seguridad y confían en que el FN pueda dársela.
Marine y Marion Le Pen fueron las protagonistas de la noche. Ambas obtuvieron un 42% de los votos en las regiones donde eran candidatas, Nord-Pas-de-Calais y Provence-Alpes-Côte-d’Azur, respectivamente, muy por delante de Los Republicanos (24,5%) y el PS (18%). Florian Philippot, vicepresidente del partido, alcanzó un 39,60% en la región de Alsacia, y así en otras cuatro regiones: 31% en Languedoc-Rosellón, 32% en Bourgogne-Franche-Comté y 30,2% en Centre Val de Loire, empatados con Los Republicanos.
Sarkozy, por su parte, no se mostró satisfecho con los resultados, que sólo le darían la victoria en cuatro regiones: Île de France, Auvergne-Rhône-Alpes, Pays de la Loire y Normandía. Su discurso, minutos antes que el de Marine Le Pen, describía la situación de un país que ha vuelto la cara a sus gobernantes de siempre. «Miedo» y «peligro» se escucharon en la mayoría de las frases lanzadas por el ex presidente, que advirtió a los ciudadanos, a su partido y también al Gobierno de Hollande: «El mensaje de los franceses es claro, desean que la prioridad para todos los políticos sea que la República no recule más».
El líder de los conservadores, que aboga por mantener la independencia de cara a la segunda vuelta y no hacer fusiones de listas para forjar un frente común contra los ultras, se presenta a cumplir la tarea de protector de los franceses frente al FN. «No van a recibir nada de un partido cuyas medidas sólo agravarán la situación de Francia».
Mucho más tardaron los socialistas en pronunciarse tras la caída espectacular en estas elecciones, donde quedan relegados como tercera fuerza en la mayoría de los territorios y encabezan solamente dos: Bretaña y Aquitaine-Limousin-Poitou-Charentes. El 34% de los electores de Bretaña quiere que el actual ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, vuelva a presidir la región: una de las figuras más fuertes del Gobierno de Hollande y el que ha respondido con mayor ferocidad a la amenaza terrorista. Acción y, de nuevo, seguridad. Claude Bartolone, candidato del PS en Île de France, habló como un vencedor pese a tener el 25% de los votos por detrás del 30-35% de LR. Bartolone, que defiende una región «libre, diversa y progresista», apuesta por una unión con los ecologistas para superar a la derecha. Además, llama a todos los «humanistas» a acudir a las urnas el próximo domingo para luchar contra el «inquietante» ascenso del FN.
«Es un resultado magnífico que recibimos con humildad y responsabilidad», declaró Le Pen, dando las gracias a sus múltiples simpatizantes. «No vamos a ceder a las presiones antidemocráticas de fuerzas políticas y mediáticas. La campaña de difamación va a aumentar», advirtió la líder, que tiene además un objetivo: «Recuperar Calais».
Los atentados del 13N han tenido un fuerte impacto en estas elecciones, a las que en los últimos años los ciudadanos no habían prestado especial atención –en los comicios de 2010 la abstención fue del 53,67% frente al 50% de esta primera vuelta–. La seguridad ante la amenaza terrorista y la inmigración han sido el centro de una campaña electoral en la que poco o nada se ha hablado de las otras crisis que golpean el país, como el paro o la pobreza.
Los ataques aumentaron la movilización de los electores del FN en 15 puntos, del 43% al 58%, frente a los seis puntos de subida entre votantes de socialistas y conservadores. Los sondeos quedaron demostrados ayer: la participación ha sido especialmente alta en las regiones donde la ultraderecha ha vencido.
Una muy mala señal para el PS en su último encuentro en las urnas antes de las elecciones presidenciales de 2017. Esta caída se venía anunciando desde hace varios meses, pero los socialistas no han parecido preocuparse demasiado por conquistar el terreno perdido presentando mejores candidatos, como sí ha hecho el FN sacando a primera línea a sus figuras más destacables, como Florian Philippot, vicepresidente del partido, o Nicolas Bay, secretario general, en Normandía.
Poco o nada ha influido en este encuentro la subida espectacular de 20 puntos en la popularidad de François Hollande tras el 13-N. Un 35% de los franceses ha respaldado su actitud durante las semanas de crisis nacional, pero el apoyo no se veía reflejado en la intención de voto, como sí era el caso del FN, cuyo discurso del miedo nunca ha estado tan bien instaurado.
En los próximos días, los partidos deberán decidir cuál será la postura el próximo domingo, en la segunda vuelta. Posibles uniones entre partidos, principalmente con los ecologistas, o retiradas de listas en ciertas regiones para dejar que sea sólo uno quien plante cara al FN en las seis regiones que a partir del mes de enero podrían comenzar a gobernar.
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