Uno de los arrestados estaba en tratamiento psiquiátrico
Los dos arrestados intercambiaban grabaciones de atentados, ejecuciones, decapitaciones, y entrenamiento de niños como yihadistas
Diario Vasco, , 04-12-2015El preso marroquí de 24 años Mounir Morabeti estaba sometido a un tratamiento psiquiátrico en prisión en la que había compartido celda con el otro arrestado, Mikel Pulido, de 32, han informado fuentes de la lucha antiterrorista.
Estas mismas fuentes han confirmado que Mounir Morabeti llevaba semanas sin salir de la prisión donostiarra. En concreto se le suspendió el régimen abierto de semilibertad (pueden salir a diario y volver al centro para dormir) después de que hace aproximadamente un mes difundiese un video en el que se le veía quemando su propio pasaporte marroquí.
Los especialistas antiterroristas apuntan a que este gesto constituye algo así como un ritual habitual de adhesión al Estado Islámico, y que se puede ver en multitud de videos grabados por este grupo terrorista. Las fuerzas de seguridad consideraron entonces que Morabeti se había convertido desde ese momento en una figura imprevisible y se le revocó el tercer grado.
Morabeti llevaba en la cárcel desde el año 2010 por varias condenas relacionadas con hurtos principalmente, algunos de ellos con violencia. Las fuentes consultadas indican que estaba prevista su expulsión a Marruecos en el momento en el que terminase de cumplir su pena.
Era una persona fácilmente influenciable, según otras fuentes, que apuntan a que había sido captado a la ideología salafista por otros presos antes de convertirse él en dinamizador de otros reclusos. La Policía le otorga un papel de ascendencia sobre el otro arrestado. Mikel Pulido no se había llegado a convertir al salafismo, aunque sí participaba activamente a la hora de compartir videos violentos y hacer comentarios sobre ellos, ya fuese jaleando los asesinatos o mofándose de las víctimas.
Durante su tiempo fuera de prisión interactuaban en las redes sociales con sus propias identidades difundiendo videos de corte yihadista. Algunos contenidos en su poder ya habían sido retirados de la circulación por los servidores de redes sociales habituales por su alto carácter violento. En el caso de Morabeti, los investigadores creen que conseguía el material audiovisual conectándose a internet en locutorios.
Los expertos en la lucha antiterrorista advierten a Europa Press de que los internos radicales buscan a la hora de adoctrinar a otros presos que tengan cortas condenas pendientes y que puedan salir pronto de prisión para seguir con los postulados yihadistas.
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