El hombre de nacionalidad marroquí detenido hoy en Pamplona por la Guardia Civil por su presunta intención de integrarse en el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) hizo vida normal hasta hace dos años, cuando comenzó a radicalizarse a través del consumo masivo de propaganda terrorista en Internet. Según fuentes de la lucha antiterrorista, una vez que se convirtió a la versión más radical del islamismo utilizó la tetería que regentaba, situada en la calle Simonena del barrio pamplonés de San Jorge, para organizar tertulias en las que que hacía proselitismo del Estado Islámico. Según las fuerzas de seguridad, el detenido llevaba clientes y amigos a la trastienda de su negocio y allí les mostraba las grabaciones que habitualmente utiliza el Estado Islámico para atraer adeptos hacia su causa. En este sentido, en el interior del local los agentes del instituto armado se han incautado de abundante material informático que está siendo examinado.

El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, ha resumido la evolución del arrestado al asegurar que en los últimos años se había «autoradicalizado». Según fuentes de las fuerzas de seguridad, el detenido, de 32 años de edad, residía desde hace tiempo en España y llevaba una vida normal. Sin embargo, hace dos años comenzó a consumir la propaganda que el Estado Islámico difunde por la red y empezó a comportarse de forma cada vez más sectaria. A partir de ese momento modificó su aspecto exterior, adoptando la estética de los musulmanes más radicales y despreciando los vestidos y las costumbres occidentales. Además, llegó a rechazar el contacto diario con algunos familiares directos por que no se habían «adherido a su ideario radical», según el Ministerio de Interior.

Su detención fue ordenada por el Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional después de que agentes del servicio de información de la Guardia Civil detectaran que el hombre había iniciado ya los preparativos para viajar a Siria con la intención de unirse a las filas del Estado Islámico. El arresto tuvo lugar esta mañana. Los expertos del instituto armado están intentando determinar ahora con qué medios contaba para viajar hasta los feudos del ISIS y qué contactos había establecido ya en España.

Pautas de captación

El caso de este detenido responde a las pautas habituales de captación de jóvenes con las que el Estado Islámico está consiguiendo reclutar centenares de seguidores en Europa. Según los investigadores que siguen la evolución de este movimiento terrorista, en los últimos años alrededor de 600 franceses y 300 belgas se han incorporado a las filas del ISIS. En todos los casos el procedimiento es el mismo. Procedentes de un islam moderado, se radicalizan tras convertirse en adictos a la propaganda yihadista en Internet. En cuanto pueden viajan a Siria, donde ya han conseguido contactos a través de las redes sociales, y allí su radicalización se incrementa. En muchos casos, para dejar claro su compromiso y evitar la desconfianza hacia los europeos de los miembros originales del ISIS sirios e iraquíes, los europeos asumen los papeles más violentos como torturadores o verdugos. En el caso de los atentados de París, en los que murieron 130 personas, el cerebro era un joven belga de 28 años, Abdelhamid Abaaoud, quien tras su radicalización en Bruselas se desplazó a Siria. Allí se convirtió en uno de los líderes de las ‘brigadas extranjeras’ del Estado Islámico hasta que le ordenaron viajar a Francia para cometer las matanzas del 13 de noviembre.