«El mundo no está a salvo de la barbarie»

El presidente de Mali afirma que buscan a tres terroristas cómplices del atentado en Bamako

El Mundo, CAROLINA VALDEHÍTA NAIROBI, 22-11-2015

Mali amaneció ayer en el primero de los tres días de luto oficial decretados por el Gobierno de Ibrahim Boubacar Keita, después de que un asedio terrorista matara el viernes a 19 personas –según un nuevo balance–, tras siete horas de asalto en el hotel Radisson Blu de Bamako. Acompañado por el primer ministro, Modibo Keita, el presidente se dirigió a la nación tras haber visitado el hotel y alabó la labor de los servicios especiales. Keita alertó de que ninguna parte del mundo hoy en día «está a salvo de estos bárbaros que han decidido romper con la humanidad».

Entre las víctimas del ataque hay seis ciudadanos rusos, tres chinos, dos belgas, una estadounidense, un senegalés y seis malienses. Además, otras siete personas se encuentran hospitalizadas. El Gobierno de Bamako decretaba el estado de emergencia en todo el territorio nacional durante 10 días a partir de la noche del viernes y transmitió el mensaje de que estaba «buscando activamente» a tres sospechosos de haber participado en la toma del lujoso hotel.

Otros tres asaltantes perdieron la vida durante el asedio según las fuentes oficiales, que aseguran que abatieron a dos de los terroristas mientras que un tercero se inmoló en el interior del edificio.

La operación de rescate se llevó a cabo con éxito, teniendo en cuenta la gravedad de la situación. De las 170 personas que fueron retenidas en un primer momento, la mayor parte consiguió abandonar el recinto con vida. Las primeras víctimas se empezaron a contar por nacionalidades durante el día de ayer. Francia, posiblemente un claro objetivo a quién iba dirigido el ataque por la operación Serval–llevada a cabo en el norte de Mali a principios de 2013 y que debilitó enormemente a los grupos terroristas que allí operaban–, confirmaba ayer que no había ningún ciudadano galo entre las víctimas.

No tuvo la misma suerte el presidente ruso, Vladimir Putin. Aún recomponiéndose del derribo, el 31 de octubre, de un avión comercial ruso en el Sinaí, con 224 personas a bordo, cuya autoría reivindica los terroristas del autodenominado Estado Islámico (IS), Putin fue informado de la muerte de seis compatriotas. El presidente expresó sus condolencias, calificó el ataque de «inhumano» y llamó a una «larga cooperación internacional». El mismo discurso tuvo el presidente de EEUU, Barack Obama, al conocer el fallecimiento de una ciudadana estadounidense: «Apoyaremos al pueblo de Mali en su lucha contra el terrorismo».

La célula yihadista Al Murabitun, liderada por el escurridizo y sanguinario argelino Mujtar Belmujtar, confirmó la autoría del ataque en colaboración con la rama de Al Qaeda en el Magreb. El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, mostró su preocupación por el paso atrás que suponía el golpe, al llevarse a cabo en «un momento en el que se habían constatado importantes progresos en los procesos de paz entre el Gobierno maliense y la ex rebelión tuareg del norte».

Por su parte, el grupo terrorista Boko Haram perpetró ayer un atentado en Fotokol, al norte de Camerún, que se cobró la vida de una decena de personas. Una muestra más de hegemonía del grupo, que mantiene su rutina de entre uno y dos ataques semanales. En un contexto de evidente afán de protagonismo por parte de los grupos salafistas, que cada vez tratan de mostrar más espectacularidad en sus ataques y ganarse así las portadas de la prensa mundial, Kenia acoge la semana que viene la llegada del Papa con grandes medidas de seguridad. «Permaneced atentos y vigilantes», era el consejo que daba ayer Keita.

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