El Gobierno no ha recibido aún petición concreta de Francia para combatir el foco del terrorismo yihadista en Siria y tampoco la espera por ahora. De los contactos mantenidos en los últimos días entre Madrid y París, según confirmaron ayer fuentes de La Moncloa, se desprende un mensaje: «El Gobierno francés está muy satisfecho con nuestra cooperación».

Pese a todo, España está dispuesta a colaborar atendiendo las demandas francesas si estas, que probablemente se lanzarían primero colectivamente, llegaran.

Por el momento aseguran que no ha habido ninguna y si finalmente se produjera debería contar con respaldo nítido de la legalidad internacional, ser aprobada por el Gobierno –que se encuentra prácticamente en funciones– y contar con el visto bueno del Congreso. Si la demanda fuera importante, es decir, más allá de un simple refuerzo de alguna misión exterior para liberar capacidades francesas, tendría que someterse a la decisión de la nueva Cámara que surja de las elecciones y no de la actual Diputación Permanente.

Fuentes diplomáticas añadieron, además, que los relevos de mando en África, especialmente en Mali, son «poco probables» porque se trata de un punto que permite a Francia mantener el control del Sahel, un área en la que ejerce una influencia importante.

Ayer, la vicepresidenta del Gobierno, al término del Consejo de Ministros y de la reunión del Consejo de Seguridad Nacional presididos por Rajoy, informó de que el Ejecutivo había abierto una nueva ronda de contactos con partidos para trasladarles la información de que dispone sobre la amenaza yihadista y confirmarles que no existe aún petición alguna por parte de Francia ni ofrecimiento unilateral español.

El presidente contactó con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, y con el de Podemos, Pablo Iglesias. Su intención era conversar también a lo largo del día con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.

Santamaría aprovechó para recordar que «todos los Estados han pedido prudencia y equilibrio» y asegurar que para el Gobierno español una de las claves en la lucha contra el yihadismo es la «unidad», algo que España promoverá en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y en el seno de la coalición internacional contra el Estado Islámico.

La vicepresidenta apuntó que el Gobierno no descarta la adopción de nuevas medidas penales y operativas para luchar contra el terrorismo si fuera necesario. No obstante, recordó que la reforma del Código Penal aprobada en las Cortes con el apoyo de 290 diputados fortalece ya «aspectos claves», como el seguimiento de las estructuras radicadas en España, la captación y el envío de combatientes, las conexiones con las redes de facilitación de terroristas o el papel de los retornados.

En paralelo, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, insistió ante sus socios de la UE en la necesidad de activar el registro comunitario de pasajeros aéreos y reforzar el sistema de intercambio de información de Schengen. El ministro planteó esta demanda en la reunión extraordinaria de ministros de Justicia y Asuntos de Interior, convocada a petición de Francia tras los atentados terroristas de París de la semana pasada.

LOS MOSSOS PIDEN ARMAS LARGAS
Formación. La Trisindical de los Mossos d’Esquadra – integrada por SPC, SME y CAT – pidió ayer al departamento de Interior de la Generalitat que dote de armas largas a los agentes y se les forme para utilizarlas ante el riesgo de ataques terroristas.

Amenaza. «Estamos en una situación excepcional y se debe hacer uso de ellas. Reclamamos que no estén guardadas porque, si pasa algo, la reacción tiene que ser rápida», apuntó el portavoz sindical, Toni Castejón.