La mesa redonda celebrada en el local de la asociación Al Toyor, en la calle Estación, permitió conocer algunos de los problemas con los que cuentan muchos hijos de inmigrantes, a la hora de expresar sus culturas. «Nuestros chavales conviven de forma satisfactoria en las escuelas, salvo alguna vez que separan a autóctonos de árabes, pero apreciamos algunos problemas relacionados con los adultos que no acaban de entender que hemos nacido aquí y que contamos con nuestra cultura. Se requiere crear espacios de convivencia entre adultos». Así, comentaban como existía «una convivencia sana» en los colegios, pese a que algunos centros educativos «han dejado de servir pescado como alternativa en los menús, o que el día de San Andrés sólo se incluye chorizo, cuando antes también se ofrecía queso para las comunidades musulmanas». Afirman que puede haber machismo en la comunidad extranjera «en el mismo grado que podrá haber muchos vascos que también lo son», o actitudes de «desprecio» a la hora de ser atendidos en determinadas instituciones públicas. Una hija de inmigrantes se preguntaba si «en las instituciones tratarían de forma diferente a una monja con velo y hábito o sin velo, o a un sacerdote de Eibar con sotana o sin sotana. No es justo que por llevar hijab se nos trate de forma diferente», comentaba.