Qué pasó en el rescate de Salvamento a la patera que acabó en tragedia en Canarias
"¿Esto pasaría si fuésemos personas europeas? ¿Actúa así España porque somos quienes somos?", se pregunta un familiar de uno de los ocupantes de la patera que volcó a 128 millas de la costa de Gran Canaria. Desconoce si está vivo o muerto Murió una persona y al menos dos desaparecieron; los familiares y algunos supervivientes aseguran que echan en falta a 23 personas Los supervivientes, después de sufrir el naufragio, fueron retenidos en comisaría en aplicación de la Ley de Extranjería: "Son necesarios protocolos humanitarios, necesitan atención psicosocial", dice Helena Maleno
El Diario, , 19-11-2015La barcaza estaba a 22 millas Marruecos, a 128 millas de la costa de Gran Canaria, pero el Estado alauí no acudió en su búsqueda. Salvamento Marítimo España sí se movilizó, pero tampoco llegó a tiempo. Conocía la posición exacta desde las 14:15 horas. Una hora más tarde partió una embarcación de este organismo hacia la zona, aunque no rescató la embarcación hasta casi ocho horas después.
Recopilamos los datos existentes al respecto en base a la información oficial, la aportada por supervivientes y familiares a través del colectivo Caminando Fronteras y a las coordenadas enviadas por la embarcación de Salvamento al Sistema de Identificación Automática (AIS) consultadas por eldiario.es.
A las 10:00 horas aproximadamente, Salvamento Marítimo recibe el aviso del Colectivo de Caminando Fronteras sobre una embarcación que podría estar en apuros. El organismo de búsqueda dependiente del Ministerio de Fomento activa el dispositivo.
A las 10:40 horas un avión de Salvamento Marítimo Canarias despega en busca de la localización exacta de la patera. Realiza esta foto.
A las 14:15 horas localizan la posición de la patera: 22 de millas de la costa africana, 128 millas al sureste de la costa de Maspalomas (Canarias).
A las 15:17, según las coordenadas recogidas a través del Sistema de Identificación Automática (AIS), Salvamento Marítimo moviliza hacia la zona a su embarcación ‘Guardamar Talía’, con capacidad para 30 naufragos y velocidad máxima de 30 nudos/hora. La hora coincide aproximadamente con la aportada a este medio por el organismo de búsqueda y rescate. Sale del Puerto de Arguineguín de las Palmas de Gran Canaria.
La embarcación mantiene una velocidad que gira en torno a los 22 nudos/hora y notifica su posición cada cierto intervalo de tiempo. A esta velocidad, la distancia de 128 millas se recorrería en cerca de cinco horas.Hasta las 19:56. Es el último momento en el que la embarcación de Salvamento Marítimo envía sus coordenadas al AIS. No lo vuelve a hacer hasta más de siete horas más tarde, desde un punto situado a unos 20 kilómetros de distancia. El punto en el que está localizada la Guardamar Talia se encuentra en un radio de, también, unos 20 kilómetros de la zona donde se encontraba la patera. Ha caído la noche.
El rescate de la patera no se produce hasta las 21:50 horas. La embarcación ya ha volcado. Las preguntas sin respuesta se amontonan en este punto.
¿Qué pasó entonces? El organismo de rescate no ha dado explicaciones a eldiario.es sobre qué ocurrió entre las 19:56 [ultimo momento en el que queda registrada su posición] y la hora en la que, según aseguran, iniciaron el propio rescate. ¿La patera fue avistada antes o después de haber volcado? ¿Estuvo parada esperando alguna indicación o una actuación de Marruecos como sospecha la ONG Caminando Fronteras o seguía buscando la embarcación? Si mantenía la búsqueda, ¿por qué no quedó registrado su movimiento en el AIS? Son cuestiones realizadas por este medio pero que de momento están sin contestar.
Sufrir una tragedia y ser encerrado en comisaría
A las 11 horas del miércoles llegan a puerto. “No saben cuánto tiempo estuvieron en el agua. Están fatal. Gracias a Dios que están vivos, es lo que piensan. Unos están llorando, otros hablan de amigos que no aparecen”, cuenta un portavoz de Cruz Roja. Están agotados.
Se han visto en el medio del océano, en una embarcación inestable repleta de gente, hasta que un golpe del mar les empujó al agua. A algunos de sus compañeros se desconoce la cifra exacta se los ha tragado el mar. Al llegar, no reciben asistencia psicosocial, ni se activa ningún protocolo de acción sobre víctimas de tragedias. Con ellos no. Ellos son dirigidos directamente a comisaría, donde han pasado al menos 12 horas.
“Siguen en comisaría. Se les ha aplicado la Ley de Extranjería pura y dura. No se les ha dado ningún tipo de asistencia psicosocial. Cuando las víctimas son de otras nacionalidades esto no ocurre y se atiende a la desesperación de las familias que quieren saber el nombre de los supervivientes. Pero con los migrantes se ignora”, afirma la defensora de derechos humanos Helena Maleno. Su teléfono no deja de sonar.
Son los familiares que se quedaron en Marruecos. Dicen que conocen a alguien que viajaba en esa embarcación. Que qué ha ocurrido con ella. Si saben quiénes son los vivos. Quiénes son los muertos. Transcurridas al menos 22 horas del rescate, silencio.
“Las familias nos han proporcionado un listado de 44 nombres de personas que, según aseguran, viajaban en la embarcación. Nos cuenta que había varios niños de entre 14 y 17 años procedentes de Guinea Conakry. Ellos llegaban solos, nos ha llamado gente que los conocía”, explica Maleno. “No sabemos si están vivos o muertos y las familias están muy nerviosas, como cualquiera lo estaría”, añade la activista.
“El dolor es el mismo y las tragedias son las mismas”
La cifra de personas que viajaban en la embarcación es confusa. En un primer momento, varios testimonios de supervivientes de la tragedia y los familiares aseguraron que eran 46 personas (45 hombres y una mujer).
Sin embargo, durante la tarde del miércoles Delegación del Gobierno en Canarias anunció la existencia de una fotografía (la imagen que abre el artículo). Basándose en ella el Ejecutivo estima que la cifra descendería a unas “20 o 25 personas”. En todo caso, habría como mínimo dos desaparecidos, además de una persona fallecida, de la que se localizó el cuerpo sin vida. “Las familias han visto la foto pero continúan diciendo que eran 46”, dice la activista.
“Han hecho un esfuerzo para, a pesar del dolor, juntar todos los nombres lo antes posible y se lo hemos entregado a la policía. Sin embargo, no nos han dejado ver a los supervivientes ni nos han dado información alguna sobre sus nombres para poder aliviar la desesperación que sigue a cualquier tragedia”, lamenta Malento.
Como representante de las familias, traslada las palabras de algunas de las personas que esperan angustiadas. “Nos preguntan: ’¿Me podéis decir si esta vivo o muerto?”.
“¿Cuál es el problema que somos negros, pobres?’, nos decía una mujer. Y esto es lo que pasa todos los días. El dolor es el mismo y las tragedias son las mismas y los protocolos deberían ser los mismos en un país democrático. Provengan de donde provengan. Tenemos que ser humanos”.
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