Desde la Avenida de Tolosa
Nacer y morir en el Mediterráneo
Diario de noticias de Gipuzkoa, , 18-11-2015En 1971, Joan Manuel Serrat cantó un Mediterráneo que todos imaginábamos azul. Un estanque cálido e infantil, con olas blancas, y niños que chapoteaban en las orillas, construyendo castillos de arena. Un Mediterráneo dulce con sabor a leche materna, a primeros besos inexpertos; a juegos adolescentes, a sombrillas y hamacas multicolores. Un Mediterráneo risueño, abrazado por casitas blancas, naranjos y limoneros. Con los pies hundidos en los arrozales, y la cabeza cubierta con tocados, pañuelos y gorros huertanos. La canción de Serrat, escrita en Calella de Palafrugell (Girona), Cala d’Or (Mallorca) y Hondarribia, se ponía de pronto seria, desgranaba incluso alguna lágrima de amargura y recelo, como si los hados garabatearan presagios sobrecogedores entre las aguas grises. “Yo, que en la piel tengo el sabor amargo del llanto eterno que han vertido en ti cien pueblos, de Algeciras a Estambul, para que pintes de azul tus largas noches de invierno. A fuerza de desventuras, tu alma es profunda y oscura. A tus atardeceres rojos se acostumbraron mis ojos como el recodo al camino. Soy cantor, soy embustero, me gusta el juego y el vino, tengo alma de marinero. ¿Qué le voy a hacer, si yo nací en el Mediterráneo?”. Pero, los vaticinos se han cumplido 44 años después y mientras Serrat nacía en el Mediterráneo, 3.500 refugiados sirios, y afganos han muerto este año en el Mediterráneo. Ayer ocurrió el último naufragio junto a la isla griega de Kos, con cinco muertos y siete desaparecidos. Los dedos húmedos de la mar se han cobrado de nuevo un cruel tributo. Ayer también, gentes xenófobas de Europa, levantaron sus manos infames amenazando a los inmigrantes,. Señalándoles con el índice, acusándoles de estar implicados en la matanza de París. Se te rompe el corazón al escuchar tanta felonía. En una jornada tan triste, un rayo de luz. Veinticinco socorristas, patrones de barco y buzos de la ONG Salvamento humanitario saldrán el día 1 de Euskadi rumbo a la isla de Lesbos, para rescatar vidas y no dejar morir a la esperanza.
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