Polonia y Hungría usan la matanza como coartada para cerrarse a los refugiados

«Los terroristas se han aprovechado de las migraciones masivas» para cometer crímenes, sostiene el jefe de Gobierno húngaro

El Correo, PACO SOTO, 17-11-2015

Los brutales atentados del Estado Islámico en París están siendo objeto de una utilización demagógica por los gobernantes de Europa del Este más reacios a acoger a los refugiados que huyen de la guerra en Siria, Irak o Afganistán. Los dirigentes polacos y húngaros dicen a la Unión Europea (UE) que no piensan abrir sus fronteras a unos demandantes de asilo que también son víctimas del terrorismo yihadista.

En el caso de Polonia, el partido de derecha y nacionalista que ganó las elecciones generales del 25 de octubre, Ley y Justicia (PiS), ha dejado claro que los musulmanes no son bienvenidos. El Gobierno entrante liderado por la ultraconservadora Beata Szydlo está compuesto mayoritariamente por ministros extremistas que defienden que los intereses de Varsovia pasan por la insolidaridad con Europa en materias tan sensibles como la crisis de los refugiados. Aunque el Ejecutivo del PiS está a la espera de empezar a gobernar, el nuevo titular de Defensa, Antoni Macierewicz, considera que la masacre de París y el hecho de que alguno de los atacantes utilizara supuestamente la avalancha masiva para entrar en Europa demuestran que «ningún país tiene capacidad para regular» los flujos migratorios.

Para el titular de Asuntos Europeos, Konrad Szymanski, los trágicos acontecimientos de la capital francesa demuestran que «Polonia no ve posibilidades políticas de aplicar las decisiones de relocalización (de refugiados)». Szymanski pidió a la UE «una revisión de la política de inmigración».

En Polonia, la mayoría de la sociedad está en contra de abrir las puertas a los refugiados. El PiS no es el único representante del nacionalismo xenófobo, aunque sí uno de los más radicales. El líder de la socialdemocracia, Leszek Miller, quien inició su andadura política en la dictadura comunista, también se opone a que la UE sea solidaria con los migrantes que huyen de la guerra y las persecuciones. Miller, que dirigió uno de los gobiernos más corruptos de la democracia, acusó a la canciller alemana, Angela Merkel, de «parásito» y criticó duramente su apertura a la inmigración.

«Derecho de autodefensa»

En Hungría, el primer ministro conservador, Viktor Orban, sostuvo ante el Parlamento que «los terroristas se aprovecharon de las migraciones masivas» para entrar en territorio comunitario y llevar a cabo sus actividades criminales. Orban apoya «el derecho a la autodefensa» de los ciudadanos frente a los demandantes de asilo. Polonia, Hungría, Chequia y Eslovaquia conforman el bloque de países de la UE más beligerantes contra la llegada masiva de refugiados. Estos cuatro Estados que pertenecieron a la Europa comunista reciben importantes fondos estructurales de Bruselas y numerosas inversiones de empresas de la parte occidental del continente y de naciones emergentes. Las ayudas comunitarias han contribuido decisivamente al desarrollo económico y el incremento del nivel de vida de este bloque de países.

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