El padre de un bebé lo secuestra en el hospital con 4 horas de vida
El Periodico, , 16-11-2015Un bebé que nació en la media noche del domingo en el hospital maternoinfantil del Vall d’Hebron, de Barcelona, fue secuestrado, al parecer por su propio padre, de la habitación en la que descansaba, cuando apenas tenía cuatro horas de vida. El niño estaba extremadamente frágil y tenía la herida del cordón umbilical aún fresca, sin cauterizar. La desaparición, confirmada por fuentes del hospital, fue denunciada por el propio centro sanitario a los Mossos d’Esquadra, que de inmediato emprendieron la búsqueda del niño por domicilios familiares próximos al padre. El niño salió del hospital sin alta médica y sin consentimiento materno para hacerlo. La noche del domingo, el bebé seguía en paradero desconocido.
El padre no veía a la madre desde hace varios meses, ya que no mantiene ningún vínculo sentimental con ella. Pese a que la mujer no presentó ninguna denuncia, sí puso a los policías sobre la pista de su expareja. Según fuentes del entorno, al enterarse del nacimiento de su hijo, el padre se presentó en el hospital para llevarse al pequeño, cosa que consiguió sin ninguna dificultad. Salió por la puerta principal del centro, con su hijo en brazos.
El hospital Vall Hebron solamente confirmó la ausencia del bebé. El niño salió del centro sin autorización médica y sin recibir los cuidados y pruebas diagnósticas indicados para todo recién nacido. Esta salida forzada del centro sanitario podría quedar tipificada como delito, en aplicación del código penal español. La madre, de etnia gitana al igual que el padre del niño, fue interrogada por la policía catalana. Familiares de la mujer permanecieron ayer en el Vall d’Hebron, que fue custodiado por dotaciones de los Mossos. Se desconocen las intenciones del padre al sustraer al bebé. También se ignora si el pequeño ha sido trasladado a un entorno en el que se le esté proporcionando la atención que precisa un recién nacido, o si no es así.
Fuentes judiciales han detallado que este tipo de casos suelen estar motivados por personas que se llevan a sus hijos de forma forzada con la intención de «perjudicar» a la madre. Sin embargo, el hecho de que la mujer no presentara denuncia contra su expareja, plantea dudas a los investigadores en este caso. Legalmente, aunque ambos progenitores estuvieran casados – todo apunta a que no es así en este caso – debe hablarse de «secuestro» siempre que la sustracción se lleve a cabo en contra de la voluntad de la madre, según el artículo 225 bis del código penal. Este delito está penado con una condena de prisión que oscila entre los dos y los cuatro años de privación de libertad.
Las mismas fuentes remarcan que saber si se trata o no de un secuestro resulta secundario en estos momentos. Llevarse a un bebé de solo cuatro horas de vida del hospital donde ha nacido implica poner en riesgo su salud, ya que se trata de una persona que precisa de una atención especial, dada su vulnerabilidad e indefensión.
Si finalmente la acción del padre es constitutiva o no de un delito de secuestro tampoco era ayer una prioridad a dilucidar por los policías.
El máximo interés de los Mossos d’Esquadra era localizar al menor. El hospital les alertó de que se trataba de un bebé con las carencias inmunitarias propias de su corta edad por lo que debía ser devuelto al cuidado de un centro sanitario debido al riesgo de infección en que se encuentra. Si el bebé sufriera daños, o incluso si muriera a causa de esta sustracción forzosa por parte de su padre, este hecho sería constitutivo de un delito de homicidio, consumado o en grado de tentativa. Al tratarse de una víctima indefensa, la fiscalía podría incluso solicitar que al encausado se le condenara por un delito de asesinato.
Todas las partes implicadas en este hecho confiaban anoche en que el progenitor devuelva en las horas inmediatas al bebé, ya sea a sus familiares maternos o al propio hospital. Si así sucediera, el sería inmediatamente sometido a una revisión médica y volvería con su madre.
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