Siete de los participantes en el violento motín que hubo esta semana en el centro de inmigrantes de la isla australiana de Christmas fueron trasladados a una prisión de máxima seguridad en Perth, informaron hoy medios locales.

El ministro de Inmigración, Peter Dutton, dijo a Radio Macquarie que los daños causados en las revueltas ascienden a unos siete millones de dólares (6,6 millones de euros), mientras que tres miembros de la empresa encargada de la seguridad han sido suspendidos.

Los siete inmigrantes, cinco neozelandeses, un tongano y un afgano, son considerados como “los peores criminales del país” y “deberán pagar por el daño causado por la vía judicial”, acotó Dutton.

El motín se inició el domingo por la noche tras hallarse el cadáver del solicitante de asilo kurdo iraní Fazel Chegeni, quien había huido la víspera de este remoto centro de detención situado a 2.650 kilómetros al noroeste de Perth, en el océano Índico.

El ministerio de Inmigración publicó ayer imágenes de los daños causados por los disturbios, que incluyeron incendios de las instalaciones y que fueron sofocados por las autoridades australianas con el uso de gases lacrimógenos.

En la Isla de Christmas hay unas 200 personas recluidas, la mayoría de ellas extranjeros con antecedentes penales que esperan su deportación, además de refugiados y solicitantes de asilo y las nacionalidades predominantes son la iraní, neozelandesa y vietnamita.