Un juez de Estados Unidos condenó este miércoles a muerte por inyección letal al exmiembro del Ku Klux Klan (KKK) Frazier Glenn Miller, autor de dos ataques contra centros judíos de Kansas City en 2014 que causó tres muertos.

El juez Thomas Kelly Ryan, del distrito de Johnson (Kansas), siguió la recomendación del jurado popular, que declaró a Miller culpable de tres asesinatos y de otros tres intentos de asesinato por disparar a otras tres personas, y propuso para él la pena capital.

El condenado, de 74 años, abrió fuego y mató en abril de 2014 a un adolescente de 14 años y a su abuelo, de 69, en un centro comunitario judío donde había unas 70 personas, en su mayoría niños que se preparaban para participar en un concurso de baile.

A continuación, se dirigió a una residencia judía para la tercera edad, donde asesinó a una mujer de 53 años, y poco después fue detenido y trasladado a la prisión del condado de Johnson.

Aunque la motivación de Miller en los ataques era antisemita y él mismo admitió que quería “matar judíos” por considerar que “están destruyendo la raza blanca” y que controlan los medios, las instituciones financieras y el Gobierno, las tres víctimas eran cristianas.

Veterano de la guerra de Vietnam, Miller fundó y fue “Gran Dragón” de la organización paramilitar asociada al KKK “Carolina Knights” (“Caballeros de Carolina”), uno de los primeros grupos en usar tácticas paramilitares para intimidar a afroamericanos en Estados Unidos.

Además, estuvo encarcelado tres años a finales de la década de 1980 por posesión ilegal de armas y por conspirar para asesinar al fundador del Southern Poverty Law Center (SPLC), una organización que investiga a grupos racistas.