El área de Acción Social de la Diputación de Vizkaya destinará el año que viene 293.000 euros a la intervención socioeducativa con adultos en situación de desprotección, lo que supone casi seis veces más de lo consignado el año pasado. El motivo es que el departamento ha detectado una amplia demanda entre personas que no llegan a la edad para entrar en los circuitos de protección para mayores, pero que, no obstante, muestran rasgos de vulnerabilidad que requieren la intervención de los servicios sociales.

Tradicionalmente los servicios sociales municipales centraban su actuación en personas mayores, menores o en situación de exclusión. Sin embargo, cada año se detectan entre 400 y 500 casos de adultos de edades entre los 35 y 60 años con problemas de integración social. «La mayoría viven solas, tienen recursos económicos limitados, carecen de red familiar y presentan problemas de socialización, salud mental o síndrome de diógenes», explicó el concejal Iñigo Pombo. El cambio de hábitos sociales, con un número cada vez mayor de personas que viven solas y una coyuntura de crisis económica que «no ayuda», pueden estar detrás de una tendencia que «va al alza» y a que el Consistorio se ha propuesto atajar. Con todo, la suma presupuestada para 2016 queda muy lejos de los 4,5 millones que se destinan a programas de menores o los 14,2 millones que prevén las cuentas para atender a las personas mayores. En este último caso, la mayor parte de la cuantía servirá para pagar la ayuda a domicilio, un servicio que saldrá a la licitación en 2017 y cuyos pliegos de contratación comenzarán a elaborarse en los próximos meses.

Para la atención de personas en riesgo de exclusión social destacan partidas como los 590.000 euros que se destinarán a pagar al personal que atiende los albergues municipales de Uribitarte y Elejabarri, o los 290.000 que se invertirán en educadores de calle. Una suma de 10.000 euros se reserva para pagar los servicios funerarios de quienes fallecen sin una red familiar que se haga cargo de ellos. Por otra parte, se libra una partida de 200.000 euros para atender las necesidades de refugiados, «sirios o de donde sean», precisó Pombo. El edil reconoció que en este tema su equipo se enfrenta «todavía a muchas más preguntas que respuestas, pero hemos querido abrir la partida en previsión de que pudiera ser necesaria».