Bruselas. (Reuters). – La Comisión Europea prevé que entre este 2015 y 2017 lleguen a la UE unos tres millones de inmigrantes, quienes podrían impulsar el crecimiento económico de la UE e incluso mejorar las finanzas públicas a largo plazo si se integran en el mundo laboral.

En sus previsiones económicas para el bloque de 28 naciones, el Ejecutivo europeo asume que un millón de personas vendrá este año a la UE en busca de asilo, otro millón y medio en 2016 y medio millón más en 2017. Si la mitad de los que llegan reciben asilo y tres cuartos de ellos están en edad activa, eso incrementarían la fuerza laboral de la UE en un 0,1% este año y en un 0,3% en 2016 y 2017, dijo la Comisión.

Si los inmigrantes aceptados tienen las mismas habilidades que los ciudadanos de los países que los acogen, el PIB de la UE aumentaría en un 0,21% en 2016 y en un 0,26% en 2017. En otro escenario estudiado, en el que tendrían menos cualificación, su contribución al crecimiento económico sería menor en un 0,14% el año que viene y del 0,18% en 2017, mostró la simulación de la Comisión.

Los inmigrantes tendrían un impacto negativo prácticamente nulo en las finanzas públicas de la UE, aumentando el déficit presupuestario agregado de la UE en un 0,04% del PIB tanto en 2016 como en 2017, pero mejorándolo en un 0,03% y un 0,05% en 2019 y 2020, según la simulación.

La CE incluye un gasto fiscal del 30% del PIB per cápita por migrante de media, sobre la base de los 12.000 euros por refugiado que se calcula serán necesarios en Alemania.

En cuanto al impacto fiscal, la CE estima que para los países de tránsito y de destino más afectados el efecto sobre el saldo presupuestario de los gastos públicos adicionales que exigirá la respuesta a la crisis será como máximo de un 0,2% del PIB en 2015. El Ejecutivo comunitario calcula que el efecto se estabilizará generalmente en 2016 para los países de tránsito y aumentará “ligeramente” en algunos Estados miembros de destino.

Para los países de tránsito, el gasto adicional se centra principalmente en operaciones de salvamento, protección de fronteras, el registro de refugiados y la provisión a corto plazo de alimentos, cuidado de salud y acogida. Para los de destino el gasto está más asociado con viviendas sociales, educación y el aprendizaje, sobre todo de idiomas.

El alcance del impacto del gasto público dependerá del uso que hagan los países de las contribuciones del Fondo de Asilo, Migración e Integración o de los fondos europeos estructurales y de inversión, así como qué punto se adaptan otros gastos e ingresos, indicó la CE. Varios países, entre ellos Austria e Italia, han pedido a la CE que tenga en cuenta el esfuerzo que tendrán que hacer en cuanto a gastos cuando evalúen el cumplimiento de la disciplina fiscal.

Preguntado hoy por esta cuestión, Moscovici se refirió a las palabras del presidente de la CE, Jean – Claude Juncker, el pasado día 27 en el peno de la Eurocámara, donde ofreció flexibilidad presupuestaria para los Estados miembros que prueben que han incurrido en costes adicionales al adoptar medidas para hacer frente a la crisis de refugiados.