Barcelona. (Redacción). – El alcalde de la ciudad francesa de Béziers, Robert Ménard, elegido con el apoyo del ultraderechista Frente Nacional, ha causado revuelo al afirmar que no quiere que su ciudad se convierta en la “capital del kebab” porque este bocadillo “no forma parte de nuestra cultura”.

Mérad, uno de los fundadores de Reporteros Sin Fronteras, ha explicado en una entrevista al canal France 2 que en su localidad no se pueden abrir restaurantes en el centro histórico sin su consentimiento. Oficialmente lo explica por motivos de preservación del patrimonio, pero sus argumentos acaban siendo identitarios: “Somos un país de tradición judeo – cristiana”, afirma.

El político insiste más adelante: “Hay demasiados inmigrantes en este país (…) En el terreno alimentario hay demasiados kebabs (…) Así que si mañana quieren abrir nuevos kebabs en el centro de la ciudad, donde ya hay una veintena, les diré que no”.

Una investigación realizada por el periódico Le Monde demuestra que en la localidad la mayoría de los establecimientos siguen siendo “tradicionales”. Ganando por goleada los restaurantes de comida francesa, que son al menos el 80%.

No es la primera vez que el alcalde hace comentarios xenófobos, el pasado mes de septiembre, Menard visitó un complejo de viviendas sociales para refugiados y les dijo que no eran “bienvenidos”. Ante un grupo de refugiados sirios afirmó que no debían ocupar los apartamentos porque “robaban agua y electricidad”.

El ultraderechista Frente Nacional culpa a los restaurantes de kebabs de dañar la cultura francesa y ha llegado a afirmar que el país sufría un proceso de “kebabización”. El partido ha declarado que la ciudad de Béziers cada vez se parecía más a una ciudad oriental.