La imagen del albergue municipal que gestiona Cáritas es casi una foto fija, con pocos cambios en los últimos años. El número de usuarios de este servicio parece cronificarse y lo hace situándose de manera reiterada por encima del medio millar. La lista de los que han pasado en diez meses por el albergue municipal que gestiona Cáritas sigue resultando llamativo, pese a no suponer modificaciones respecto a estadísticas anteriores.

Entre enero y octubre allí han pernoctado cerca de medio millar de personas y 2014 acabó con unas 600 en la estadística. Sí han percibido «un leve descenso del número de extranjeros» frente al de nacionales. Los españoles pueden representar entre el 70% y el 75% de los que pasan por el albergue y, en Miranda, muchos de los foráneos son de origen portugués. «Prácticamente todos los atendidos son hombres que suelen tener entre 45 y 55 años. Apenas hemos atendido hasta la fecha a media docena de mujeres», explicó Alfonso Menéndez, responsable del programa.

Esta instalación es uno de los ejes que articula el Servicio Integral a Transeúntes y Personas sin Hogar, que también cuenta con una Unidad de Mínima Exigencia (UME) por la que ya han pasado 12 personas, con las que se trabaja para frenar su grave deterioro y garantizar una mínima calidad de vida. También se han contabilizado otros 17 usuarios de la residencia y el piso tutelado; el mismo número que el año pasado en estas fechas. Un colectivo con el que se trabaja con el objetivo de que puedan llegar a ser independientes, bien accediendo a una prestación o a un trabajo normalizado, aunque ahora «tardan más tiempo en lograr empleo y cuando lo consiguen es precario», apuntó. El paso previo, para apoyarles en la recuperación de hábitos prelaborales, está en un taller ocupacional por el que han pasado 27 personas.

Todos estos programas incluidos en el servicio integral que se presta a sus beneficiarios cuenta con el respaldo económico del Ayuntamiento que acaba de renovar el convenio de colaboración con Cáritas, estimando para el presente ejercicio una cuantía de 81.267 euros. Un dinero al que, para completar la financiación de todos los programas, se suman aportaciones de la Junta, el IRPF y sus propios fondos.