Los refugiados y las guerras

Diario de Noticias, Teo Llorens Miembro de Alternativa Antimilitarista KEM/MOC, 02-11-2015

Las guerras comienzan aquí en el mal llamado primer mundo. Nuestros gobiernos son los que se encargan de alentar en muchos casos las tensiones, en otros apoyan a uno de los contendientes, y en casi todos los casos venden armas y facilitan la compra de los productos en litigio a bajo costo a las multinacionales que los financian.

Esta estrategia es la que ha existido desde la época colonial por parte de los países de Europa en África , Oriente Medio y Asia; y de EEUU en Centroamérica y América del Sur. Este esquema, que tan buenos resultados le ha concedido para el desarrollo de su economía, hoy está institucionalizado y asumido en el sistema de mercado, que da libertad absoluta para traspasar las fronteras a cualquiera de los productos conseguidos a bajo costo con nuestro dominio en tecnología (buques factoría que esquilman las costas; grandes maquinas que extraen las materias primas a bajo coste; monopolios que se quedan con las tierras de cultivo y se llevan los productos, etcétera).

Es este sistema de mercado que nos ha enganchado a todos en un consumo agigantado, el que no nos deja ver que muchos de los conflictos que se viven en estos países están directamente relacionadas con nuestro nivel de vida.

Frente a esto qué le queda a las poblaciones de estos países sino marcharse en búsqueda de una vida más digna, escapándose de la miseria, de la violencia y de las guerras. La respuesta de nuestros gobiernos la estamos viendo, se ha hecho la vista gorda cuando las personas pueden ser explotadas, pero, a diferencia de las materias primas que les esquilmamos y que tienen libertad de movimientos, para las personas lo que se ofrece es: muerte en las travesías, vallas con concertinas, muros insalvables, luego represión y CIEs.

Nos queda el recurso a afirmar que esto es cosa de nuestros gobiernos (para eso debemos olvidarnos que nosotros los hemos elegido). En el caso de las multinacionales lo tenemos más claro “sólo buscan su negocio y no tienen patria”, pero la realidad es que son lo que son, porque nosotros trabajamos en ellas, y sobre todo nos aferramos.

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