El ‘paraíso’ sueco, al límite
El país más generoso para el asilo de Europa enfrenta el mayor flujo de refugiados de su historia
El Mundo, , 31-10-2015Nunca antes en su historia Suecia había recibido tal flujo de refugiados. Este año se prevé que 190.000 personas huyendo de la guerra de Siria, pero también de Afganistán, Eritrea e Irak, lleguen al país escandinavo en busca de asilo. Esta cifra supera el récord de 87.000 personas, que se alcanzó en la década de los 90 con las guerras de los Balcanes.
La situación, cada vez más acuciante, supone un reto para las autoridades de la Agencia de Inmigración, pero también para la sociedad, conmocionada con el acto terrorista de la escuela de Trollhättan. Si bien en los sondeos la mayoría de la población da la bienvenida a los refugiados, la ola de incendios contra centros de recepción de refugiados envía otra señal.
A lo largo de este año son ya más de 20 los incendios provocados contra los centros temporales que acogen a los refugiados. Los últimos ocurrieron el pasado miércoles, con el ataque al centro preescolar de Danderyd, Estocolmo, que iba a acoger al menos a 70 solicitantes de asilo, informa Sverige Radio. Esa misma noche, según The Local, se atacó también un centro a las afueras de Malmö, y tres refugiados fueron llevados al hospital por inhalación de humo, si bien no estaban heridos. Horas después, un centro infantil, a unos 50 kilómetros de dicha ciudad, también fue atacado pero sus responsables sofocaron las llamas sin mayores incidentes.
Mientras la policía investiga los casos, el Servicio de Inmigración anunció ayer que los centros temporales de asilo van a ser a partir de ahora confidenciales. «Seguiremos informando a la gente cuando en su ciudad se vaya a abrir un centro de refugiados, pero no sabrán la dirección exacta hasta que abra», explicó Magnus Gustavsson, de la Agencia de Inmigración.
Gustavsson también añadió que se está trabajando con las fuerzas policiales para garantizar la seguridad de los refugiados. Así, van a desplegarse helicópteros con cámaras de infrarrojos para vigilar centros de refugiados en áreas remotas del país.
«Los delincuentes potenciales sabrán que la policía está allí», explicó el comandante de la policía Jonas Hysing a la agencia TT. El objetivo de esta medida es básicamente disuasorio, pero estos helicópteros ayudarán en las tareas vigilancia y asistencia contra cualquier amenaza potencial, según el comunicado de prensa de la policía que recoge la cadena de radio nacional.
Aun con todo, el verdadero reto al que se enfrentan las autoridades suecas es resultado de la imposibilidad de alojar a los solicitantes de asilo, como vienen anunciando desde hace meses y como el primer ministro Stefan Lövfen, firme defensor de una Europa generosa y abierta a los refugiados, reconoció la semana pasada: «Suecia está llegando al límite de sus capacidades», dijo tras visitar un centro en Trelleborg, donde elogió el trabajo que esta comunidad, desbordada, está realizando.
La situación ha llegado hasta el punto de que esta semana la Agencia Sueca de Contingencias Civiles comenzó a levantar un campamento de tiendas de campaña donde centenares de refugiados pasarán el invierno. Emplazado al sur del país, en Revingehed (Lund), junto al recinto militar del Regimiento de Escania, tendrá capacidad para albergar a 375 personas, según informa la agencia de noticias TT.
Pese a que las tiendas de 35 metros cuadrados están provistas con calefacción eléctrica se desconoce si el campamento ofrecerá condiciones óptimas en el invierno, que si bien no es el más duro del país, alcanza temperaturas bajo cero. Este hecho fue aprovechado por el partido anti-inmigración de los Demócratas Suecos, cuyo líder quiere anunciarse en periódicos extranjeros –tal y como hizo el Gobierno danés y como está haciendo el Ministerio de Exteriores finlandés a través de Facebook en Irak y Turquía– para disuadir a quienes huyen de Siria o Afganistán vayan a Suecia. «La utopía en Suecia ya no existe. Aquí sólo hay tiendas, invierno y frío», afirmó Jimmie Åkesson en rueda de prensa.
Su grupo, de extrema derecha, no ha formado parte del consenso alcanzado entre el Ejecutivo socialdemócrata sueco y la oposición para «hacer frente a la crisis de los refugiados», logrado el pasado viernes, con el objetivo de «crear una recepción ordenada y decente así como mejor introducción, además de mitigar el aumento de los costes», como recoge el comunicado oficial.
Entre las medidas que afectarán a los refugiados que lleguen ahora debido al retraso que existe en la tramitación de permisos, destaca el hecho de que aquellos adultos que lleguen solos a Suecia obtendrán un permiso de residencia y trabajo de tres años, mientras que hasta ahora dicho permiso era indefinido, lo cual se mantiene para familias y niños solos.
(Puede haber caducado)