La fiscalía pide diez años de cárcel a unos okupas por una agresión por motivos racistas

Los acusados, que celebraban una fiesta en un edificio okupado, expulsaron a la víctima «que por su aspecto de extranjero despreciaban»

Las Provincias, A. RALLO , 02-11-2015

valencia. La Fiscalía de Valencia pide diez años de prisión para cuatro jóvenes, de estética okupa, que protagonizaron dos agresiones en pleno centro de Valencia. El ministerio público aprecia en su calificación de los hechos la agravante de que el ataque se produjo por motivos racistas, una circunstancia que no suele ser frecuente. «Al ver a la víctima, a quien por su aspecto de extranjero despreciaban, comenzaron los insultos», detalla el escrito de la acusación. Los hechos se remontan a enero de 2012. El grupo de acusados se encontraba a las diez de la mañana en un edificio ocupado de la plaza Rojas Clemente donde se celebraba una fiesta. De hecho, el incidente comenzó en el interior de las dependencias cuando se percataron de la presencia del hombre, acompañado de otro joven. Ambos fueron expulsados a golpes.

Pero no terminó ahí el enfrentamiento. «Los acusados decidieron perseguir a esos jóvenes en el exterior para darles una paliza», añade el escrito. Entonces, uno de los procesados cogió una motocicleta y buscó a la pareja por varias calles. El resto de los agresores le siguieron a pie. Hubo otras personas que participaron en los hechos, pero no fueron identificadas. No sólo utilizaron sus puños y piernas. Los perseguidores habían cogido al menos una cadena, una barra de metal plateado y otro instrumento largo y puntiagudo, del que no se concretan más detalles, para infligir más daño.

La búsqueda dio sus frutos aproximadamente a la altura de la gasolinera de Guillem de Castro. El joven que conducía la motocicleta avisó a los otros integrantes de su grupo. Todos se abalanzaron sobre el hombre, de origen extranjero. Su acompañante pudo escapar de esa primera agresión. Los atacantes propinaron una paliza a la víctima y la abandonaron a su suerte cuando se encontraba inconsciente. Su acompañante regresó para comprobar su estado y ahora sí se vio sorprendido por los acusados. También recibió una lluvia de golpes. El juicio por estos hechos iba a celebrarse hace menos de dos semanas en un juzgado de lo Penal de Valencia. Pero la vista se aplazó para principios de 2016.

La abogada Sonia García, que defiende a uno de los acusados, niega la participación de los acusados en los hechos. Aclara que la expulsión de la fiesta se produjo porque las dos víctimas, al parecer con antecedentes penales, trataron de robar en los bolsos de los asistentes. Además, lamenta la agravante de motivos racistas porque durante la instrucción nadie ha asegurado que esos insultos fueran por ese motivo. También pone en duda que el racismo pueda formar parte de la ideología de los acusados, «de extrema izquierda, anarquista y antifascista».

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