donostia – La familia del niño de tres años, M.G., residente en Irun, y cuyos padres han perdido la custodia del pequeño por presunto desamparo, se volvió a concentrar ayer en las puertas de la Diputación de Gipuzkoa para reclamar que el menor regrese a casa. Es la tercera vez que la familia Giménez Blanco, de etnia gitana, se manifiesta desde que el pasado jueves la institución foral se hiciera cargo de la tutela del menor al entender que este se hallaba en una situación de desamparo.

Por el contrario, la familia del niño defiende que se está produciendo una “injusticia total”, ya que aseguran que tienen informes médicos, así como del colegio, que demuestran que el niño está “sano y bien atendido”. “Es una injusticia en toda regla porque nadie nos dice cómo está el niño. No podemos estar más así, necesitamos al niño porque es el rey de la casa y queremos que nos lo devuelvan”, pidió ayer Ana Giménez, una de las hermanas mayores del menor.

Los Giménez Blanco consideran que están viviendo una situación de “secuestro”, ya que nadie les “da explicaciones” sobre lo ocurrido. “Hemos intentado que nos den algún motivo, pero nadie quiere hablar con nosotros. No nos dicen dónde está el niño, no nos dicen quién es su tutor y no nos dan ningún número de teléfono para hablar con ningún responsable del niño”, denunció. Según esta joven, la situación está pasando una gran factura a la familia. “Mi padre ha sufrido dos infartos, mi madre se desmaya por la tensión. No comen, no duermen… No podemos estar así”, dijo.

No obstante, no es la primera vez que la familia pasa por una situación similar. Hace cuatro años y tras un incendio en su vivienda, los padres, que tienen siete hijos, perdieron su custodia. Según la hermana, el progenitor firmó “engañado” un papel que cedía la custodia de sus hijos a los servicios sociales forales. “Entonces firmamos, engañados pero es verdad que firmamos. Pero ahora no ha pasado nada de eso. El niño estaba bien atendido, iba al colegio y queremos que nos lo devuelvan”, exigió.

La familia dice que seguirá convocando manifestaciones. De hecho, esta misma semana acudieron a la sede del Departamento de Políticas Sociales, sita en el barrio donostiarra de Intxaurrondo, donde golpearon las puertas de la institución, lo que finalmente llevó a la Ertzaintza a intervenir deteniendo a varias personas.

“En beneficio del menor” Este periódico se puso ayer en contacto con este departamento para conocer su versión de los hechos. Fuentes forales explicaron que la institución “nunca hace ningún tipo de valoración pública” en este tipo de situaciones, si bien recordó que los casos de menores se rigen por protocolos “muy estrictos” que se siguen “a rajatabla”. “Siempre se actúa en beneficio del menor”, insistieron estas fuentes.