IKER RIOJA ANDUEZA VITORIA
Fue un desliz, pero la consejera
de Seguridad, Estefanía Beltrán
de Heredia se refirió ayer por
dos veces a la comunidad musulmana,
con algunos de cuyos
representantes mantuvo un encuentro
en la sede del Gobierno
vasco, como la «comunidad islamista
». La expresión de Beltrán
de Heredia, utilizada sólo para
referirse a los integristas y no al
conjunto del colectivo islámico,
disgustó a algunos musulmanes
vascos justo cuando el objetivo
del encuentro era el contrario,
combatir la islamofobia y tender
puentes hacia a un sector creciente
de la población en un momento
de alerta global por la
amenaza yihadista.
Al margen del desliz, la fotografía
del encuentro fue histórica.
A instancias del Departamento
de Seguridad, se sentaron
en una misma mesa y en
dependencias oficiales las autoridades
policiales vascas (incluidos
varios destacados miembros
de los servicios de Información
de la Ertzaintza) y algunos líderes
musulmanes como Ahmed
El-Hanafy y representantes de
otras mezquitas. Forman parte
de una nueva entidad, creada en
mayo de 2015, llamada Euskal
Bilgune Islamiarra (EBI).
En otros sectores de la comunidad
musulmana no ha gustado
nada que Seguridad haya elegido
a esta plataforma como interlocutor
único. «No representan a
nadie más que a ellos», indican
portavoces de otras mezquitas
marroquíes, subsaharianas y paquistaníes,
que subrayan que «el
Consejo Islámico del País Vasco
lleva años disuelto». De hecho,
la falta de un liderazgo claro y
nítido en esta comunidad con
unos 50.000 integrantes hizo
que, por ejemplo, fueran otros líderes
religiosos, apoyados por
Fede García de SOS Racismo Vitoria,
los que hicieran de portavoces
cuando se produjo una reunión
con la Fiscalía también
para abordar la situación generada
por la nueva alerta antiterrorista
y las medidas de control
establecidas.
En todo caso, Beltrán de Heredia
hizo una valoración muy positiva
del encuentro en declaraciones
a los medios de comunicación.
Explicó que este tipo de
gestos se encuadran dentro de la
voluntad de la Ertzaintza por
acercarse a cada una de las colectividades
que forman parte de
la sociedad vasca para generar
confianza mutua y hacer frente a
las «desconfianzas» que «surgen
desde el desconocimiento».
La consejera de Seguridad recordó
que dentro del plan estratégico
vasco contra el islamismo
radical (la instrucción 79: un catálogo
de protocolos preventivos
y operativos) se recogen también
medidas para evitar generalizaciones
y que se criminalice
al conjunto de la comunidad
musulmana, por lo que planteó
que la Policía autonómica contribuya
también a luchar contra
la islamofobia. Beltrán de Heredia,
asimismo, confió en que la
vía de comunicación abierta
ayer se mantenga viva y permita
una interlocución «muy fluida»
en el futuro.
Tras la reunión también tomó
la palabra El Hanafy, uno de los
líderes musulmanes más conocidos
desde hace varios años en el
País Vasco. Aseguró que la plataforma
que representa, EBI, trabaja
a favor de la convivencia y de
la «integración total» de los musulmanes
e indicó que promueve
«romper los muros que haya entre
la comunidad musulmana y
los no musulmanes». El Hanafy
sostuvo que todos los no musulmanes
están invitados a las mezquitas
para conocer su verdadera
cara y recalcó que en los centros
de culto se combate tanto el radicalismo
como la islamofobia.
Twitter: @ikerrioja