Mari Romero escritora legazpiarra

“Los familiares que han leído mi libro han llorado mucho, aunque no era esa mi intención”

Diario de noticias de Gipuzkoa, Asier Zaldua, 29-10-2015

legazpi – En el libro cuenta la historia de su familia. ¿Qué puede decir de ella?

- Mi padre vino de Extremadura a Legazpi, a trabajar. Después se casó y trajo a mi madre. Vino llorando. Mis padres vivían en Alsasua, pero yo nací en Quintana de la Serena (Extremadura), pues mi madre quería dar a luz rodeada de los suyos. Fue a Extremadura unos diez días antes de dar a luz, con mi hermano de trece meses, en tren. Volvió a Alsasua a los 20 días de haber nacido yo. Pasé los diez primeros años de mi vida en este pueblo de Navarra.

¿Por qué vivían en Alsasua y no en Legazpi?

- Mis padres estuvieron de pupilos en Legazpi, pero querían su propia casa. En Legazpi no había viviendas para todos los trabajadores y se fueron a Alsasua. Durante once años, mi padre vino a trabajar en tren desde Alsasua.

¿Cuándo vinieron a vivir a Legazpi?

- En mayo del 68, cuando Patricio Echeverría hizo las casas de Urta – tza. Cuando mi padre entró en la casa de Alsasua con las llaves de nuestra nueva vivienda, todos nos echamos a llorar.

La casa a la que hace referencia el título del libro es la de Alsasua. ¿Por qué fue tan especial para ustedes?

- Fueron muchos los familiares que vinieron a vivir a Euskadi y todos pasaban por nuestra casa de Alsasua. Las celebraciones también las hacíamos allí. Tenemos muchos recuerdos relacionados con aquella casa. Además, vivíamos con unos tíos y unos primos y una de mis primas es como una hermana para mí. En 2012, cuando murió mi tía, estuvimos recordando viejas historias. Les dije a mis familiares que algún día escribiría la historia de mi familia. Cuando me preguntaron por el título del libro, les dije que se titularía La casa de la buhardilla. Estuve muchos años sin entrar en aquella casa. Cuando volví a hacerlo, los recuerdos se agolparon en mi mente. Fue volver a casa y empezar a escribir como una posesa.

¿Siempre le ha gustado escribir?

- Sí. Es una afición heredada de mi padre. Siempre le he visto escribiendo poemas. Escribe acerca de todo (por ejemplo, el nacimiento de un nieto), pero su tema favorito es la emigración y la nostalgia. También suele escribir sobre Euskadi, pero Quintana de la Serena es muy especial para él. Es normal, pues vino con 26 años.

¿Escribe usted mucho?

- De niña escribía un diario. También me presentaba a los concursos. El año pasado gané un concurso de cuentos de carácter estatal, junto con mis alumnos. Pero este es mi primer libro. Cuento la historia de mi familia y cada capítulo está protagonizado por un familiar: mi abuela, mi madre, una tía que fue madre soltera, mi padre… He escrito otras dos novelas, pero todavía no las he publicado: El pintor de sonrisas y La raya del pantalón. La primera está ambientada en la época de la guerra y su protagonista es un hombre. La segunda está protagonizada por una mujer que se enamora de un hombre débil. Hay hasta un asesinato. ¡Cuando veo lo que escribo pienso si me estaré volviendo loca!

Sus familiares y amigos ya han leído el libro. ¿Qué le han dicho?

- Les ha gustado mucho. Han llorado mucho, aunque no era esa mi intención. Bernardo Atxaga también lo ha leído. Una prima mía está casada con un vecino de Zalduendo y le hablaron del libro. Les dijo que lo leería a gusto. A las pocas semanas recibí un mensaje suyo, con una crítica muy bonita. Además, incluyó un capítulo de mi libro en la revista Erlea. Me ofrecí para traducirlo al euskera y acabé traduciendo todo el libro.

¿Lo ha editado usted?

- No. Lo he publicado con la editorial Tandaia de Santiago de Compostela. Lo envié a un concurso organizado por ellos y, aunque no lo gané, me dijeron que les había gustado mucho. Me ofrecieron publicarlo mediante crowdfunding, pero preferí la coedición: ellos han pagado 220 ejemplares y yo 80. Se puede tomar a préstamo en la biblioteca y lo pondré a la venta en la presentación.

Su txoko guipuzcoano favorito. Legazpi. De niña iba a un prado muy verde de Lakiola con una amiga. Ese, por ejemplo, es un sitio maravilloso.

Un paisaje idílico. Aizkorri.

Una fiesta o un evento cultural. Las fiestas de Legazpi. La romería de San Pedro, en Alsasua, también es muy especial. Nos juntamos toda la familia alrededor de un roble. Creo que solo he fallado una vez.

Un monte. El monte Korosti de Legazpi.

Una playa. La Concha.

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