Editorial de diario de noticias

Un problema dominó

Las reticencias a los refugiados saltan de país a país y colisionan con los principios de la UE, incapaz de observar el derecho de asilo, de hacer cumplir sus compromisos y de entender la magnitud de la crisis y actuar sobre su origen

Diario de Noticias, , 29-10-2015

El anuncio por la ministra de Interior austriaca, Johanna Miki – Leitner, de que su país levantará “barreras técnicas” en su frontera con Eslovenia, la advertencia del primer ministro esloveno sobre la construcción de otra valla en su frontera con Croacia, las quejas del ministro alemán de Interior, Thomas de Maiziere, por la llegada “descontrolada” de refugiados a Baviera desde Austria… confirman que el enorme problema de la Unión Europea con la acogida humanitaria tiene forma de dominó que salta de país a país – Grecia, Hungría, Croacia, Eslovenia, Austria, Alemania… – y provoca reacciones que colisionan con principios sobre los que se ha construido la Unión. Así, la reaparición de las fronteras interiores en Europa, con estas medidas o con la reinstauración de controles policiales, de momento dentro de los dos meses que permiten los acuerdos de Schengen, son parte y consecuencia del incumplimiento premeditado de las obligaciones de protección y asilo establecidos en el art. 14.1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (“En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país”), en el Estatuto del Refugiado de la Convención de Ginebra, en el Convenio Europeo de DD.HH. (arts. 3 y 13) y en el art. 9, de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea. Porque cuando se ha contabilizado la entrada en la UE en 2015 de 650.000 refugiados, el 34% mujeres y niños, y se calcula que otros 125.000 se hallan en tránsito hacia Europa, la agencia europea de control de fronteras, Frontex, sigue exigiendo medios a los estados de la UE, que solo han aportado el 16% de los recursos técnicos y el 20% de los recursos humanos comprometidos para el control y la atención de refugiados. Porque si en julio la Comisión aprobó un reparto entre sus socios de 40.000 refugiados a los que en setiembre sumó otros 120.000, a mediados de octubre los países miembro únicamente habían ofrecido 854 plazas y reasentado a 86 personas, mientras sus líderes se emplazaban a una nueva cumbre en Malta… ¡en noviembre! Europa – la UE, sus estados – sigue sin comprender la magnitud de un problema que no se soluciona con vallas y fronteras ni con ofertas de miles de millones a Turquía para que ejerza de gendarme, sino con decisión diplomática sobre el origen del mismo, en los países y conflictos que empujan a los refugiados hacia nosotros.

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