Colectivos y vecinos madrileños
se congregaron ayer en los terrenos
de la antigua cárcel de Carabanchel
para defender el cierre
del Centro de Internamiento de
Extranjeros de Aluche (CIE) y la
construcción de un centro por la
paz y la memoria de las víctimas
del franquismo.
En la concentración anual,
que se celebra desde que la cárcel
fue derruida en 2007, vecinos
de los barrios de Aluche y
Carabanchel criticaron el «trato
criminal» que están recibiendo
los inmigrantes internos en el
CIE de Aluche. Además, reivindicaron
el desmantelamiento
del centro para construir en su
lugar un espacio dedicado a la
memoria de los presos.
En el acto estuvo el concejal
de Economía y Hacienda del
Ayuntamiento de Madrid, Carlos
Sánchez Mato, que ha subrayó
la posición del Gobierno
local en contra de «la vulneración
de derechos» de los CIE.
Sánchez Mato dijo que el Ayuntamiento
tiene «las manos atadas
» pero «una voz alta y fuerte
para criticar esta vulneración de
derechos».
ANTIGUOS PRESIDIARIOS
A la concentración se sumaron
también antiguos presidiarios
de la cárcel de Carabanchel,
que calificaron la inexistencia
de un centro de memoria como
una «falta de respeto» a su «dignidad
y memoria democrática»,
según Luis Suárez-Carreño, exrecluso
y portavoz de la Asociación
La Comuna.
Además, los asistentes hicieron
hincapié en la «importancia
» de la construcción de este
centro de memoria no solo para
el barrio sino a nivel nacional,
ya que permitirá «reivindicar y
denunciar la práctica sistemática
de violaciones masivas de
derechos humanos que se produjeron
en nuestro país durante
más de 40 años», según el
portavoz de Asociación Pro Derechos
Humanos de España Jacinto
Lara.
Por su parte, portavoces de las
Asociaciones de Vecinos de Aluche,
Carabanchel Alto y Parque
Eugenia de Montijo reivindicaron
también la creación de un
proyecto para construir instalaciones
sociales y culturales para
el barrio en el solar de la antigua
cárcel de Carabanchel. Este año
además se cumple 75 años del
inicio de la construcción, por el
régimen franquista, de los primeros
módulos de la prisión y
40 de las últimas ejecuciones llevadas
a cabo.