El cine árabe defiende el papel de la mujer en los países del Islam
La Seminci proyectó ayer ‘Nahid’, de la iraní Panahan, y ‘Dégradé’, de los hermanos palestinos Nasser
Diario de noticias de Alava, , 28-10-2015valladolid – La imagen que Occidente tiene de la mujer en la mayor parte de los países islámicos, sometida a una férrea interpretación del Corán y a los presupuestos de una sociedad machista, han quedado parcialmente desenfocada con la proyección, ayer en el festival de Valladolid, de sendas películas árabes. “Ser mujer no es nada fácil en ningún punto del planeta tierra, pero es algo fascinante”, afirmó la directora iraní Ida Panahandeh al término de la proyección de Nahid, su primer largometraje, que ha concursado dentro de la sección oficial de la 60 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).
Panahandeh ha pedido a las mujeres de Occidente que acudan a Irán y comprueben por sí mismas la situación de las féminas en este país, lejos de estereotipos configurados durante décadas, filtrados principalmente a través de los fundamentalismos. “Vivimos en 2015. Lo que veis fuera no pasa aquí dentro porque ahora Irán es uno de los países (islámicos) con mayor número de personas que acuden a la universidad y donde el número de mujeres con estudios superiores es muy alto”, matizó. No obstante, Nahid es el relato de una joven divorciada que no puede emprender una nueva vida sin el riesgo de perder la custodia compartida de su hijo debido a la condición impuesta por su ex marido. Durante ocho años, evocó, muchas madres tuvieron que hacerse cargo de la educación y economía familiares “mientras los hombres se encontraban en la guerra”, como ocurrió con su marido. Nahid no ha tenido ningún problema con la censura ni tampoco es un alegato sobre una supuesta opresión social de las mujeres iraníes que la directora no ha reconocido: “Tenemos una situación y una cultura diferentes (con la mujer de Occidente)” y, sea cual sea el país, “todas las mujeres pueden sentir las mismas dificultades”.
Esta cinta ha competido con Dégradé (Degradado), de los hermanos gemelos y de nacionalidad palestina Tarzan y Arab Nasser, quienes se han atrevido a rodar una película, aunque en Ammán (Jordania), sobre un país como Palestina donde el cine es prácticamente un pecado. Ambientada en una peluquería situada en la franja de Gaza como única localización, los hermanos Asser no obvian el conflicto armado contra Israel, pero han preferido centrar sus críticas en la falta de unión y agresividad mutua, por su forma diferente de encarar el problema, entre las facciones que conforman la resistencia. No faltan críticas explícitas contra Hamás y las mafias que constriñen a una población civil. “Reflejar la realidad tal como es, representa el primer paso para el cambio”, explicaron los directores, quienes han criticado también el tratamiento estereotipado, “pequeño y limitado”, de la mujer palestina en las películas que narran el conflicto contra Israel. “Son normales, hablan de todo y no todas llevan velo” como las trece protagonistas de Dégradé, que coinciden como clientas en la peluquería cuando se ven encerradas por una refriega armada y que simbolizan numerosas personalidades, desde la muy religiosa, hasta la descreída, la enamorada, la que ansía la maternidad y la sometida a los dictados de la apariencia de clase. – Efe
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