La pobreza extrema se recrudece para 38.000 guipuzcoanos

El 20% de la población más acomodada del territorio cuadruplica los ingresos de la más desfavorecida Casi 150.000 personas atraviesan dificultades para llegar a fin de mes

Diario de Noticias, Jorge Napal Iban Aguinaga, 27-10-2015

donostia – La incipiente mejoría de la economía guipuzcoana va por barrios. El 20% de la población mas acomodada del territorio cuadruplica los ingresos del 20% de la población más desfavorecida. Durante los dos últimos años hay familias que han comenzado a respirar algo más holgadamente, pero se constata un preocupante recrudecimiento de la pobreza entre quienes menos recursos disponen.

La recuperación no está afectando a todos los sectores de la población y, de hecho, comienza a registrarse una polarización de la sociedad. A un lado de la balanza se situarían las 38.000 personas que viven en situación de pobreza extrema, con unos ingresos por debajo del 40% de la renta media, situada en 1.400 euros mensuales.

Es decir, en Gipuzkoa hay 38.000 personas que no cobran más de 570 euros, un dato especialmente relevante, más aún teniendo en cuenta las recientes palabras del consejero vasco de Empleo y Asuntos Sociales, Angel Toña, que llegó a calificar de “indigno” un salario por debajo de los 800 euros.

Pues bien, a tenor de los nuevos estudios, en el territorio se cuentan por miles quienes plantan cara al día a día en una situación poco digna. Los 570 euros mencionados hacen referencia a personas que viven solas, pero la pobreza severa salpica también otros hogares. Para que el lector se haga una idea, atraviesan esta controvertida situación aquellas familias integradas por una pareja y dos hijos menores de catorce años que viven con menos de 1.200 euros al mes.

Coberturas sociales Es, quizá, la cara menos amable del territorio, aunque también asoma algún que otro claro entre tanto nubarrón. La lectura positiva es que Gipuzkoa “está mejor que hace dos años porque ha habido más gente que ha conseguido salir de la pobreza que la que ha entrado”.

Hasta ahí las buenas noticias. De algún modo, la fotografía de la avestruz persiste entre quienes no han conseguido asomar la cabeza después de años de privación. Siguen agachando la testa, y la tienen hoy más hundida que nunca, con un proyecto de vida lastrado por un desempleo de larga duración provocado por un mercado de trabajo que no absorbe la incesante demanda.

En concreto, la Diputación se muestra muy preocupada por el 40% de hogares con todos los activos desempleados que viven en situación de pobreza severa.

Estas son algunas de las principales conclusiones de la Encuesta de Pobreza y Exclusión Social de Gipuzkoa, presentada ayer en Donostia por la diputada de Políticas Sociales, Maite Peña; el director de Planificación y Prestaciones Económicas, Carlos Alfonso, y el director de la fundación Egia Kareaga, Joseba Zalakain.

La muestra fue tomada en otoño de 2014 y en ella participaron 1.500 familias guipuzcoanas, prácticamente las mismas a las que se preguntó también por su situación económica dos años atrás. El objetivo era analizar la persistencia de la crisis y las nuevas necesidades. Gracias a este nuevo estudio se ha podido constatar que un 5,2% de la población guipuzcoana no puede permitirse ni una semana de vacaciones al año, afrontar gastos imprevistos (de unos 800 euros), disponer de un coche o mantener la vivienda a la temperatura adecuada.

La diputada Peña trasladó su preocupación por el agravamiento de las situaciones más extremas, en un día en el que el Ararteko, Manu Lezertua, también alertó sobre el aumento de la pobreza infantil en Euskadi. “Estamos mejor que en 2012. Los indicadores han mejorado, pero hay que reconocer que la pobreza y la exclusión extrema han empeorado en este tiempo. Estamos ante lo que podríamos denominar el empobrecimiento de la pobreza”, enfatizó la diputada.

La población extranjera vuelve a ser el eslabón más débil de la cadena, un colectivo entre el cual la pobreza se multiplica hasta por seis, según los datos de la última encuesta.

Además, hay otro 15,6% de la sociedad, en torno a 110.000 personas, que sufren una pobreza relativa o de bajos ingresos. Sumando a todas estas personas en precaria situación puede decirse que en Gipuzkoa hay casi 150.000 personas que atraviesan serias dificultades para llegar a fin de mes. Y se les puede poner rostro. Es el de mujeres con niños a su cargo, personas por debajo de 45 años, y hogares en los que ninguna de las personas en edad activa está ocupada. Según los datos difundidos ayer, el 38% de las situaciones de pobreza y el 45% de la exclusión social se concentran en la comarca de Donostialdea, seguido de Tolosa – Goierri (21%) y Debabarrena y Debagoiena, con un 16,5%.

Exclusión El director de Planificación, Inversiones y Prestaciones Económicas, Carlos Alfonso, precisó que cerca de 95.000 personas se encuentran en situación de exclusión en Gipuzkoa, un 5% de modo severo y un 8% moderado. El resto de la población guipuzcoana se reparte entre un 30% que se hallaría en una situación de integración precaria, y más de la mitad de la población (57%) plenamente integrada.

Según expuso Alfonso, puede concluirse que, en comparación con el Estado, en Gipuzkoa es mucho más frecuente las situaciones de integración plena, si bien “la incipiente mejora no está afectado por igual a todos los colectivos, e igual se está produciendo cierta polarización en la sociedad guipuzcoana”, opinó el experto.

Los resultados del estudio fueron presentados poco después en las Juntas Generales, donde EH Bildu solicitó a la Diputación Foral un plan especial para hacer frente a la pobreza en Gipuzkoa.

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