La Policía de Nauru registró, las oficinas que tiene la ONG Save the Children en ese país en busca del origen de la filtración a la prensa de informaciones sobre el centro para inmigrantes establecido en este diminuto país, publicó hoy la prensa local.

En el operativo, el segundo de este mes en las oficinas de esta organización de ayuda humanitaria, se confiscaron ordenadores, teléfonos y otros aparatos, según la edición australiana del diario The Guardian.

Nauru, que coopera con Australia en la política para tramitar solicitudes de asilo en terceros países, es blanco de denuncias por supuestos abusos, incluidos violaciones a menores, y por no permitir el escrutinio de agencias de la ONU ni de periodistas extranjeros, a los que impone un visado de uno 5.700 dólares.

El operativo se da después de que The Guardian divulgara el pasado 8 de octubre parte del contenido de un correo electrónico de la gerente de operaciones del centro de detención en el que advertía al personal de que el Gobierno de su país permitiría la entrada de periodistas locales a sus instalaciones.

La gerente, Berilyn Jeremiah, señaló a The Guardian que ella misma presentó la denuncia al considerar que “la filtración de información a través de los medios viola las leyes”.

Save the Children, que abandonará el país a final de mes, asegura que no hay evidencias de que su personal haya filtrado información a la prensa, mientras que la Policía aparentemente no ha explicado cuáles son los motivos legales para realizar los registros ni detallado qué tipo de ofensa se atribuye.

La Ley de Crímenes Cibernéticos de Nauru, aprobada en mayo pasado, estipula nuevos delitos relacionados a la pornografía infantil y el “acceso ilegal” de ordenadores o programas informáticos.

Los delitos se aplican a la información vinculada a la seguridad nacional, el cumplimiento del derecho criminal, los servicios relacionados a las infraestructuras públicas y la protección de la seguridad pública, indicó la fuente.