Los autores del asalto a los gitanos zamoranos dispararon a matar

La trayectoria de los proyectiles desvela que los agresores apuntaron a lugares de los vehículos donde estaban las potenciales víctimas

La Voz de Galicia, a. martínez, j. fuentesvigo / la voz, , 23-10-2015

No querían darles un susto. El objetivo era que hubiera muertos en el tiroteo. Los cinco zamoranos de etnia gitana que se vieron sorprendidos en la circunvalación de Vigo tuvieron mucha suerte. Los agujeros que las balas dejaron en los vehículos revelan que apuntaron a zonas vitales. Los proyectiles impactaron sobre las puertas e incluso rompieron el cristal de la ventanilla del conductor de una de las furgonetas. Fuentes cercanas al caso manifestaron que podría haber ocurrido una tragedia. No solo si alguno de los comerciantes del mercadillo hubiera sido alcanzado mortalmente, sino también por el accidente múltiple que se podría haber producido en una carretera muy transitada y a una hora, sobre la una y cuarto del mediodía, en la que había mucho tráfico. La Policía Nacional ha iniciado una minuciosa investigación para tratar de dar con los responsables de este asalto. Los agentes comenzaron a examinar los vehículos que resultaron afectados por el tiroteo y que fueron trasladados al garaje de la comisaría viguesa.

Las declaraciones de los testigos serán clave para obtener alguna pista sobre los autores del asalto. Fuentes judiciales descartaron ayer que las pesquisas recaigan en la Guardia Civil de Cangas, donde se produjo la pelea multitudinaria el pasado viernes, tal y como se barajaba en un principio, al haberse abierto aquí ya unas diligencias.

Mientras tanto, la Guardia Civil continuaba ayer rastreando el entorno de Vigo tras la alerta activada por el conflicto de los gitanos. Varias patrullas establecieron a primera hora de la mañana un control en Tui y pararon a numerosos vehículos que se dirigían en dirección a Vigo.

Tanto gallegos como zamoranos han optado por no acudir a los mercadillos para evitar enfrentamientos. Ayer se celebró la tradicional feria de los jueves en Tui, que funcionó a medio gas, ya que faltaban la mitad de los puestos. No había presencia policial visible en la calle, si bien los accesos a la ciudad estaban vigilados por varias patrullas de uniformados. Los alcaldes de los municipios afectados por la crisis de los mercadillos se reunieron ayer aprovechando un encuentro que mantuvieron con el alcalde de Vigo, Abel Caballero.

La alcaldesa de O Porriño, Eva García de la Torre, matizó que no se trata de un conflicto entre clanes o etnias. «Estamos hablando de un grupo que extorsiona a unos ciudadanos que quieren vivir su vida en libertad», manifestó la regidora socialista, para quien el colectivo de gitanos zamoranos «son unas 200 familias que llevan 50 o 60 años en O Porriño». Respecto a la familia de los Morones, a la que pertenece Sinaí Jiménez, manifestó que «este clan les impide casarse con quienes ellos no quieren».

La alcaldesa apeló a los ayuntamientos a que no cierren sus mercadillos porque es su modo de vida. «Intentaremos convocar la junta local de seguridad para que se haga cargo del tema y busque una solución definitiva», declaró Eva García de la Torre. El alcalde de Redondela, Javier Bas, manifestó ayer que en principio tampoco tiene intención de suspender la feria en su localidad.

Mercadillos suspendidos

No todos los alcaldes comparten el mismo criterio. El regidor de Vigo, Abel Caballero, anunció ayer que ha suspendido el mercadillo previsto para el domingo en Bouzas. Del mismo modo, el regidor cangués mantuvo ayer la orden de suspensión, por lo que hoy viernes tampoco abrirán los puestos.

El cierre de los puestos afecta a decenas de comerciantes que no forman parte de los colectivos enfrentados. La asociación de vendedores de O Morrazo y la Asociación Galega de Ambulantes y Autónomos remitieron ayer un escrito al Valedor do Pobo pidiéndole que defienda sus derechos como trabajadores.

Al mismo tiempo, solicitarán una reunión con el subdelegado del Gobierno en Pontevedra para abordar el problema. «Si no trabajamos, no podemos comer», se quejaba ayer el portavoz de los comerciantes, Francisco Romero. En su opinión el tiroteo ocurrido el miércoles tras el mercadillo de Coia se veía venir. «Solamente los tontos ignoraban que pasara algo así, aquella paz que firmaron ante el fiscal fue mentira», manifestó.
Educación comunica a la Fiscalía que la mitad de los niños no fueron a clase

Más de la mitad de los escolares de raza gitana que se encuentran escolarizados en centros públicos de Primaria y Secundaria de Tomiño, Tui y O Porriño no asistieron ayer a las clases. Educación pondrá en conocimiento de la Fiscalía estas ausencias por si de las mismas puede derivarse algún delito. El mayor absentismo escolar se notó en el colegio público da Ribeira, en Torneiros, barrio de O Porriño donde se concentran la mayoría de los gitanos zamoranos. De los 78 alumnos que hay matriculados en este centro, un total de 44 estuvieron ausentes. En el IES Ribeira do Louro de O Porriño faltaron tres de los seis estudiantes de etnia gitana que se encuentran matriculados.

Tomiño

En Tomiño, donde reside la familia de los Morones también se percibió la ausencia de los escolares. En el colegio de Sobrada faltaron los cuatros alumnos gitanos que están matriculados. En Tui faltaron un total de diez estudiantes de los 15 que asisten diariamente a las clases. En total han faltado a clase 61 de los 106 escolares que cursan sus estudios en las comarcas de O Baixo Miño y A Louriña.

El portavoz de los Morones, Sinaí Jiménez, anunció a comienzos de esta semana que dejarían de mandar a sus hijos al colegio después de haber recibido amenazas de parte del colectivo de los zamoranos. Tras el tiroteo ocurrido ayer, ahora son los zamoranos quienes prefieren tener a sus menores en sus casas por temor a más ataques

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