Cerca de 800 intelectuales franceses han suscrito un Manifiesto, que publica el diario Liberation, en el que reclaman más dignidad para los 6.000 inmigrantes que se amontonan en el campamento de La Jungla, en la localidad costera de Calais para cruzar de forma clandestina, a través del Eurotúnel, en dirección al Reino Unido. En el texto se denuncia la situación en que se encuentran esas 6.000 personas (niños, mujeres y hombres) agotados por el terrible viaje, malviviendo en chabolas miserables, con comida y abrigo precarios, sin acceso a instalaciones sanitarias imprescindibles. Además, critica duramente al Gobierno por una situación “vergonzosa, en un país que incluso en periodo de crisis, sigue siendo la sexta potencia económica del mundo”. Concluye, diciendo basta y piden de forma urgente a Mitterrand “un vasto plan de urgencia para sacar La Jungla de Calais de la indignidad en la que está”. Entre los firmantes se encuentran la actriz Emmanuelle Beart, el exfubolista y actor Enric Cantona, los cineastas Costa – Gravas, Jean – Luc Godard y Michel Hazanavicius, el sociólogo Edgar Morin y el economista Thomas Piketty, entre otros. ¿Y los intelectuales españoles dónde están? No he oído su voz, en lo referente a la crisis de los refugiados. La excusa no puede ser que se trata de un problema en territorio francés, porque sería un razonamiento miserable. Refugiados e inmigrantes, con la muerte en los talones, los tenemos en Euskadi, en España, en toda Europa. Es un problema común, que nos afecta a todos. He mirado en Internet y me he encontrado Manifiestos de intelectuales españoles, varios muy discutibles. Hago balance de algunos: como el que rechaza la ley del aborto de Zapatero; la independencia de Catalunya; el que aboga por la III República; una proclama por el federalismo; una denuncia contra el genocidio de Israel; también, uno a favor y otro en contra de la Cuba de Castro. No he visto ninguno sobre los inmigrantes, personas también como nosotros, que mueren mendigando, a nuestros pies, una vida mejor.