Los inmigrantes aportaron en 2012 631 millones de euros y recibieron 593

Un estudio concluye que los ingresos para la Administración Pública vasca son mayores que los gastos realizados

Diario de noticias de Gipuzkoa, J. Fernández, 22-10-2015

donostia – Los datos, además de positivos, son reales. Recogidos de estadísticas oficiales, representan la aportación económica – invisible eso sí para muchas personas – que la comunidad inmigrante extranjera ha realizado a las arcas públicas vascas vía IRPF, cotizaciones, IVA, etc. tras restar ingresos y gastos: algo más de 38 millones de euros durante 2012, en plena depresión; y hasta 71 millones en 2008, antes de desatarse la crisis. Y sí, reciben ayudas – incluso se ha aumentado su cuantía porque son el colectivo en mayor riesgo de exclusión – , pero su contribución final ha sido constante en estos últimos años.

Así queda patente en el estudio El impacto económico de la inmigración extracomunitaria en la CAPV elaborado por el Observatorio Vasco de Inmigración – Ikuspegi, y cuya principal conclusión es que la población de nacionalidad extranjera residente de forma regularizada en la Comunidad Autónoma Vasca – el 6,6% del total, aproximadamente – genera más recursos económicos para la Administración Pública en comparación con los gastos que le supone por el uso de servicios y prestaciones sociales. Es decir, aportan más de lo que reciben.

En términos generales, entre los años analizados (2008 y 2012), las contribuciones de la población inmigrante extranjera han crecido en cerca de 200 millones de euros al pasar de 443 a 631 millones. Esta circunstancia, explicó José Luis Madrazo, director de Política Familiar y Desarrollo Comunitario, tiene una relación evidente con las políticas de empleabilidad, las cotizaciones a la Seguridad Social – que pasan de 208 a 277 millones de euros – y el IRPF – que sube de 112 a 201 millones de euros – , “lo que demuestra una alta ocupación del colectivo en el mercado laboral vasco”, ilustró.

En el otro lado de la balanza, el gasto “imputable” a la población de nacionalidad extranjera en 2008 fue de casi 372 millones de euros y en 2012 la inversión pública en este colectivo creció hasta situarse por encima de los 593 millones de euros. Esta evolución al alza se debe fundamentalmente al incremento en 118 millones de euros de las partidas consignadas a prestaciones y servicios sociales, que se han duplicado al pasar de 118.328.670 a 236.840.810 millones de euros, detalla el informe presentado ayer que busca ofrecer una visión objetiva e integral del fenómeno de la inmigración y de su huella en las cuentas públicas.

Estos datos – agregó Gorka Moreno, director de Ikuspegi – son la consecuencia más directa de una crisis que ha afectado en mayor medida a este colectivo. Sin embargo, puntulizaba, también es cierto que en ese mismo periodo analizado la población extranjera ha engordado al pasar de 117.337 personas en 2008 a 151.894 en 2012. Un hecho que ayudaría a entender ese comportamiento, replicado también en los gastos “imputables” a este colectivo en educación – pasa de 130 a 172 millones de euros – , sanidad – de 100 a 144 millones de euros – o vivienda – de 22 a 39 millones de euros – , por ejemplo.

Desmontar creencias En cualquier caso, insistía Moreno, a pesar del fuerte impacto de la crisis económica en el uso de los diferentes sistemas de bienestar (ayudas sociales, becas de estudio, alquileres, etc.), la población de nacionalidad extranjera genera un mayor número de recursos económicos para la Administración Pública vasca en comparación con el gasto asociado al uso de los servicios de bienestar.

Una afirmación corroborada con los datos compilados en el documento y que desmonta la creencia más o menos extendida de que la población inmigrante acapara buena parte de los recursos sociales disponibles. En 2008, sin ir más lejos, esos 118 millones de euros transferidos en concepto de prestaciones y servicios sociales representaban el 7% del total: 1.681 millones de euros. En 2012 ese porcentaje fue del 11,2: de un total de 2.124 millones de euros, para ellos fueron destinados 236.

En 2008 “la aportación estimada de la población extranjera a las arcas públicas fue de 443.097.131 euros, lo que representa un 3,3% del total. A pesar de la crisis económica, los ingresos aumentan en 190 millones de euros situándose (en 2012) en los 631.586.692 millones, lo que representa un 4,4% del total de ingresos estimados”, indicaba Moreno.

Por partidas, precisa el citado informe, el principal ingreso en 2012 fue el de las cotizaciones sociales que se situaron en 277 millones de euros (frente a los 209 del ejercicio 2008); seguida de las contribuciones en concepto de IRPF que se incrementaron en ese periodo de 112 a 201 millones de euros. “A más distancia se sitúan otros apartados como el IVA (de 54 a 84 millones de euros), los impuestos especiales [de 55 a 59 millones de euros) y los ingresos a través de vivienda pública (que decrecen al pasar de once a nueve millones de euros) relativos a compras de VPO y al pago de alquileres.

Cierto es también que la población de nacionalidad extranjera genera unos ingresos menores a su peso demográfico. Sin embargo, a pesar de esta diferencia, el balance final no ha presentado números rojos en este periodo y el nivel de ingresos generados se sitúa por encima del gasto; en concreto, el saldo para 2008 (con 443 millones de euros de ingresos y 372 de gastos) fue algo superior a los 71 millones de euros, mientras que en 2012 (con 631 millones de euros de ingresos y 593 de gastos) se estancó en 38 millones de euros.

Gasto per capita

En relación al gasto por persona imputable a los inmigrantes, en 2008 era de 3.170 euros, mientras que para el conjunto de los habitantes se situaba en 3.653 euros. En 2012, el gasto casi se ha equiparado por efecto de la crisis, pero sigue siendo superior para el total de habitantes (3.947 euros) que para los inmigrantes (3.906 euros). Este hecho se explica por el relevante gasto que se hace en ciertas partidas en las que la población extranjera tiene muy poco peso, como la sanidad, las prestaciones para la Dependencia o la Educación Superior.

“La apuesta y el gasto en el País Vasco por una política de garantía de ingresos con una cobertura alta y amplia hace que el consumo entre las personas más vulnerables no disminuya tanto como en otros lugares y que ese sostenimiento del consumo redunde en impuestos como el IVA o los especiales que, de hecho, aumentan en crisis”.

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