Muchos judíos ven, desde hace unas semanas, a sus vecinos árabes con más desconfianza de lo habitual. Los ataques indiscriminados de estos últimos contra ciudadanos de a pie, soldados o policías han provocado que la tensión habitual en la zona suba unos grados más. El Ejército israelí ha comenzado a hacer controles dentro de Jerusalén que, por culpa de estos ataques, está más dividida que nunca. Hasta han aparecido los bloques de hormigón. Mientras las piedras y las pelotas de goma se cruzan por el aire en gran parte de Cisjordania, un cocinero ha decidido poner su granito de arena para rebajar los problemas y poner un poco de alegría. ¿Cómo? A través de la comida.

Kobi Tzafrir tiene un restaurante en Kfar Vitkin, cerca de Netanya, una ciudad de 200.000 habitantes al norte de Israel. Sabedor de que no hay que cerrarse mercados y que un buen plato sirve para confraternizar y estrechar lazos, decidió elaborar sus platos siguiendo las directrices kosher y halal, es decir, como indican las autoridades religiosas musulmanas y judías. Pero además de estos platos, el restaurante de Tzafir es conocido por su humus, ese paté de garbanzos indispensable en cualquier mesa de las riberas sur y este del Mediterráneo y cuya paternidad se disputan todos los países, desde Marruecos a Siria. Y, por supuesto, el humus egipcio es mucho mejor que el tunecino, que es mucho mejor que el sirio, que es mucho mejor que… El chef israelí – cuyo garito se llama Hummus Bar – ignora esos debates y apuesta por un humus de confraternización.

Así que ha decidido hacer una oferta singular: aquellas mesas de su restaurante que estén compartidas por judíos y musulmanes, tendrán un descuento del 50% en su cuenta de humus u otra ración gratis. «¿Miedo a los árabes? ¿Miedo a los judíos? Nosotros no tenemos árabes. No tenemos judíos. Tenemos seres humanos», aseguró el propietario del restaurante en las redes sociales. La misma herramienta que se sospecha que fue usada para instigar a la violencia sirve para fomentar la paz. «Hay humus árabe excelente de verdad. Y falafel [especie de croqueta de verduras] judía. Tendrás una ración gratis si eres árabe, judío, cristiano, hindú…», apunta el establecimiento, que mantiene la oferta de domingo a jueves. Los viernes y sábados, días de descanso para musulmanes y judíos, respectivamente, no hay oferta. El cocinero aseguró que era «un pequeño paso» para intentar conseguir que la gente coma junta y una forma de responder, según indicó en ‘The Times of Israel’, a los extremistas de las dos partes de este conflicto que parece no acabar nunca.

El mensaje se lanzó el 13 de octubre, en medio de los primeros ataques, y ya ha tenido sus primeros clientes mixtos, además de recibir el apoyo de muchas personas a través de Facebook. «Si hay algo que puede juntar a estas personas, es el humus», exclamó el propietario del restaurante.