Unos 3.000 refugiados que esperaban en el paso de Berkasovo, entre Serbia y Croacia, han logrado forzar este miércoles su entrada en este país tras pasar una fría noche a la intemperie, mientras que entre Croacia y Eslovenia también se ha despejado momentáneamente la aglomeración de quienes tratan de pasar por aquí.

Los refugiados empezaron a empujar las barreras de metal esta mañana sobre las 09.00 GMT hasta lograr apartarlas y en solo pocos minutos casi todos entraron en territorio croata, sin que la Policía croata intentara impedirlo, informó la emisora serbia RTS.

En estos momentos, este cruce, donde en los últimos días ha habido una aglomeración casi constante de entre 2.000 y 3.000 personas, aparece vacío, aunque se espera que nuevos grupos de refugiados lleguen en las próximas horas.

Solo ayer, unas 6.000 personas entraron en Croacia, aproximadamente el mismo número que se calcula entran cada día en Serbia desde Macedonia.

Antes de forzar su cruce, la situación de los refugiados en la frontera entre Serbia y Croacia era muy difícil, según explicaron a Efe fuentes sobre el terreno.

“Hay una aglomeración de entre 2.000 a 3.000 personas que esperan en medio del frío. Las autoridades de Croacia dejan pasar cada cierto tiempo a varios cientos y otros nuevos van llegando”, explicó a Efe Melita Sunjic, portavoz regional de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

Sunjic relató que muchos de los refugiados estaban mojados debido al lodo que se ha formado por las intensas lluvias, pero que la situación ha mejorado un poco ya que ha dejado de llover y ha mejorado la distribución de la ayuda humanitaria.

“Estamos repartiendo mantas, impermeables, alimentos y agua, y hemos instalado varias tiendas en las que pueden descansar. El problema es que nadie quiso dormir, para no perder las cola y quedarse atrás cuando las autoridades croatas abran el paso”, dijo.

Los refugiados desean atravesar Croacia hacia Eslovenia para pasar de allí a Austria, Alemania y otros países de Europa Occidental.

En la frontera entre Croacia y Eslovenia, donde también se han formado atascos y cuellos de botella en los últimos días, la situación ha mejorado también, como explicó a Efe la portavoz de la Cruz Roja Croata, Katarina Zoric.

“Los eslovenos incluso han dejado pasar un tren lleno de refugiados esta mañana, de forma que ni paró en Cakovec”, una ciudad croata cercana a Eslovenia.

Según los medios locales, las autoridades croatas han seguido llevando a los refugiados en autobuses y trenes durante la noche pasada a varios pasos en la frontera con Eslovenia.

Desde que Hungría cerrara el pasado sábado su frontera con Croacia, tal y como había hecho antes con Serbia, se ha producido un largo desvío en la ruta de los Balcanes por la que los refugiados huyen de la guerra y la pobreza en sus países de Asia y Oriente Medio.

Eslovenia, abrumada por la enorme cantidad de llegadas, ha establecido cuotas de entrada y regula el ritmo de admisiones conforme los refugiados salen de su territorio hacia Austria.

El Ejército esloveno ha desplegado soldados y blindados en la frontera croata para asistir a la Policía en el control de la linde.

Actualmente, unas 11.000 personas se alojan en los centros de atención temporal eslovenos.

En uno de ellos, en Brezice, se declaró hoy un incendio que quemó la mitad de las tiendas de campaña, sin que se haya informado de víctimas.