Detenida una joven almonteña que iba a Siria para unirse al Estado Islámico

Fue interceptada en el aeropuerto Adolfo Suárez con un billete para Turquía L Con 22 años y trabajo estable, en los últimos meses se habría convertido «al Islam más extremista»

El Mundo, MARÍA CARMONA HUELVA, 21-10-2015

Natural de la localidad onubense
de Almonte, con apenas 22 años,
un trabajo estable y sin ninguna
conexión aparente con el islamismo
más radical. Así es Mari Ángeles
Cara Márquez, la joven detenida
ayer cuando presuntamente trataba
de unirse al Estado Islámico
(ISIS) en Siria.
La detención tuvo lugar en el aeropuerto
Adolfo Suárez Madrid-
Barajas y corrió a cargo de diferentes
unidades de la Comandancia de
Huelva y de la Jefatura de Información
de la Guardia Civil, que bajo
la dirección del Juzgado Central de
Instrucción 1 y la Fiscalía de la Audiencia
Nacional venían siguiendo
los movimientos de la chica almonteña
durante los últimos meses.
Un seguimiento que culminó en
la madrugada del martes, cuando
la joven fue interceptada en el aeropuerto
madrileño, desde donde
tenía previsto viajar a Turquía para,
desde allí, cruzar la frontera
hasta Siria para integrarse en las
filas del ISIS. Aunque tras su detención
Mari Ángeles habría declarado
que viajaba a Turquía por turismo,
entre sus pertenencias llevaba
un Corán en español y, según
fuentes de la lucha antiterrorista,
por el modo de actuar de la joven
se podría deducir que recibió algún
tipo de instrucción sobre cómo eludir
las sospechas que pudiera generar
entre los Cuerpos y Fuerzas
de Seguridad del Estado a la hora
de abandonar suelo español.
«Sabía lo que tenía que decir y lo
que tenía que hacer», destacan los
especialistas, que concluyen que el
deseo de esta vecina de Almonte
era romper definitivamente con su
actual vida y marcharse al autoproclamado
califato donde las mujeres
son mayoritariamente tratadas como
auténticas esclavas. Las fuerzas
de seguridad tienen constancia
de que al menos 130 personas han
abandonado España durante los
últimos años para unirse a la yihad
en el extranjero.
Lo más común es que se les
ofrezca una vida idílica como mujer
de muyahidin pero, al llegar allí,
se den cuenta de su error y quieran
volver. En el caso de la joven almonteña,
los investigadores resaltan
el hecho de que ni siquiera sabe
hablar árabe.
Tras su paso por dependencias
policiales en Madrid, la joven fue
trasladada por la Guardia Civil
hasta su domicilio familiar en Almonte
–ubicado, concretamente,
en la calle Federico García Lorca
de la localidad– donde a primera
hora de la tarde se llevó a cabo el
registro de la vivienda. Ante medio
pueblo que se agolpaba en los alrededores
de la zona, que había sido
acotada y en la que se habían desplegado
importantes medidas de
seguridad, la detenida apareció
vestida de negro y con un velo cubriéndole
toda la cabeza menos el
rostro, un atuendo con el que muchos
de sus vecinos aseguraron no
haberla visto nunca antes.
El registro en el interior de la vivienda
se prolongó durante cerca
de dos horas y, aunque en un primer
momento se especuló con que
se pudiesen llevar a cabo nuevas
acciones en domicilios de otros familiares,
parece que finalmente la
vivienda en la que la detenida residía
con su madre y sus hermanos
fue la única que se inspeccionó.
Desde el Ministerio del Interior
señalaron que las investigaciones
que se siguen sobre las vinculaciones
y comunicaciones que el grupo
terrorista Estado Islámico mantiene
con residentes en España son
las que permitieron detectar los
planes que la detenida tendría supuestamente
para desplazarse e interceptarla
en el aeropuerto poco
antes de que embarcase rumbo a
Turquía.
Así, la Guardia Civil mantiene
abiertas diferentes líneas de investigación
de esta naturaleza que han
permitido hasta la fecha desmantelar
varias células de captación y
adoctrinamiento de yihadistas y
evitar la incorporación de residentes
en España a las filas del Estado
Islámico, contribuyendo con ello a
debilitar el potencial de ese grupo
terrorista que constituye una amenaza
global.

CONTACTO VIRTUAL CON «ELEMENTOS RADICALES»
La joven Mari Ángeles Cala
Márquez habría experimentado,
según indicaron ayer fuentes
del Ministerio del Interior,
«un proceso de conversión al
Islam más extremista» durante
los últimos meses, cuando
«presuntamente había mantenido
contacto a través de internet
con elementos radicales».
Esta conversión, manifiesta
para las personas de su
entorno más cercano, apenas
había sido percibido sin
embargo entre otros conocidos
o compañeros de trabajo. Así
lo aseguraban ayer a este
periódico trabajadores del
establecimiento hotelero de
Matalascañas donde trabajaba
la detenida junto a su madre y
su hermano.
«Es cierto que, en comparación
con sus familiares, ella
destacaba por ser una chica
más reservada, con menos
cercanía con los compañeros»,
que sí conocían que en los
últimos meses –«más o menos
desde principios de verano»–
habría comenzado a interesarse
por el Islam y aseguraba
haberse vuelto musulmana,
aunque «al hotel acudía con su
vestimenta normal, sin que
nada nos hiciese suponer que se
trataba de alguien tan radical».
Un radicalismo que, sin
embargo, la joven almonteña sí
habría expresado a través de
internet y en redes sociales, lo
que puso en alerta a los
investigadores que finalmente
han frustrado su adhesión al
Estado Islámico.
Tanto la Guardia Civil como
la Junta felicitaron ayer a los
distintos operativos que han
posibilitado esta actuación y
todas las que se han llevado a
cabo en los últimos años,
saldados con 43 detenciones.
«Este tipo de operaciones
ponen de relieve la lucha
permanente de las fuerzas y
cuerpos de seguridad para
hacer frente al riesgo terrorista
que intenta poner en jaque al
mundo occidental», afirmó el
director de la Guardia Civil,
Arsenio Fernández de Mesa. El
portavoz del Gobierno andaluz,
Miguel Ángel Vázquez,
celebró la actuación en «un
asunto que afecta a la seguridad
del Estado».

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