RUTA HACIA EUROPA
La llegada del invierno 'Habrá muertes de refugiados por el frío y llegarán pronto'
Twitter Facebook EnviarCompartido 141 10 Comentarios Aporta más información Miles de refugiados sufren la bajada de las temperaturas varados en el interior de EuropaFrontex cree que hay 125.000 refugiados en tránsito entre Grecia y AlemaniaMSF ya ha atendido muchos casos de hipotermia por el frío y las lluvias en la ruta
El Mundo, , 20-10-2015Los refugiados sirios llevan sus ahorros en un pequeño bolsillo cosido a mano y oculto en el interior del pantalón. Así evitan los robos de los traficantes y criminales que proliferan en los 3.110 kilómetros de ruta que separan Siria y Alemania. De ese saquillo, toda su fortuna, van descontando el dinero para el paso del Egeo, el viaje a Atenas en ferry, los autobuses hasta Macedonia, los trenes hasta Serbia y las extenuantes marchas a pie por Croacia hasta la frontera con Eslovenia porque Viktor Orban decidió cerrar la frontera húngara, el camino más rápido. Ahora deberán cruzar los Alpes hasta Austria y Alemania, el fin de la travesía. Como reciben en el teléfono móvil la información puntual de los familiares o amigos que pasaron por la ruta antes que ellos, ese gasto estaba previsto y presupuestado por las madres sirias, auténticas gestoras de la miseria. El problema es que ahora tienen que afrontar un contratiempo que sólo se supera con chubasqueros, mantas, abrigo, un techo para cobijarse y comida caliente: el invierno. En las playas turcas queda varado todo aquello que los mafiosos no les dejan subir a los botes. Ahí dejan las mudas, pijamas, jerseys y botas necesarias para protegerse de las bajas temperaturas. Por eso los refugiados hacen la ruta hacia las islas de Kos o Lesbos con varias capas de ropa. Será todo lo que puedan llevar consigo. “Tenemos ya muchos casos de hipotermia por frío y muchas infecciones respiratorias provocadas por la humedad”, afirma Francesca Silva, asesora humanitaria de MSF en Serbia. “Los bebés sirios, por ejemplo, llegan con una salud muy debilitada por el largo viaje que llevan encima”. Hay gente en silla de ruedas, heridos de guerra, mujeres con bebés… La guerra siria en cada garita fronteriza.
Un padre y su hijo sirios esperan la apertura de la frontera croata. ANNA SURINYACHMSF
Anna Surinyach, fotógrafa de la misma ONG, lleva semanas siguiendo esta ruta migratoria desde Siria y asegura que los refugiados van perdiendo el ánimo a cada etapa del viaje: “Cuando llegan a las islas griegas están exultantes, pero poco a poco se dan cuenta de que cada frontera exigirá de ellos un esfuerzo adicional”. Anoche, 3.000 personas esperaban bajo la lluvia y a ocho grados de mínima a que Eslovenia abriera la valla. Su gobierno ya ha dicho que sólo permitirá la entrada de 2.500 refugiados al día y que no volverán a entrar más hasta que esos 2.500 salgan por el otro extremo, el más montañoso, hacia Austria. Esa medida sería perfecta si hubiera un tránsito ordenado desde Grecia, pero no lo hay. La misma escena se repetía entre Serbia y Croacia, con 1.800 migrantes empapados y ateridos de frío en medio de la noche en tierra de nadie. Las autoridades desviaron varios autobuses hasta la siguiente frontera sin pasar por el campo de tránsito. Quieren que los refugiados sigan su camino lo más rápido posible, a veces sin tiempo de comer o dormir.
Una niña se protege del frío en la frontera entre Serbia y Croacia. ANNA SURINYACHMSF
Cada día llegan 5.000 nuevos refugiados por el Egeo de media, que van acumulándose en las fronteras. En total, según números de Frontex, estos días hay 125.000 personas en tránsito desde Grecia hasta Alemania. Con sólo los que están en movimiento, ya se supera la propuesta de la UE para repartir 120.000 refugiados en dos años. “Habrá muertos por el frío y llegarán pronto”, dice Surinyach. El invierno urge a los refugiados e inmigrantes a darse prisa. Con la caída de las temperaturas, que ya van en picado, el paso será más complicado: “El campo de refugiados sirios de Kilis, en Turquía, se está vaciando a toda velocidad. Sólo se quedan los heridos de guerra, los ancianos y las familias que aún esperan a sus seres queridos en el interior de Siria. El resto, o ha huido o se dispone a huir en los próximos días”, cuenta Anna Surinyach.
Interior de las tiendas de ACNUR para protegerse de la lluvia en Serbia. ANNA SURINYACHMSF
Cada etapa será más fría y más dura que la anterior. Croacia, Eslovenia, Austria… La temperatura de Centroeuropa también afectará a los refugiados ya asentados en Alemania. Muchos viven en grandes tiendas de campaña sin calefacción y el gobierno está desbordado. La policía afirma que no puede garantizar la seguridad de todos. Las autoridades aseguran que no tienen recursos para atender a 800.000 peticionarios de asilo que han llegado de golpe. Muchos de ellos residen en el interior del aeropuerto Tempelhof, el viejo aeródromo del Tercer Reich que lleva cerrado desde el año 2008. Mientras, la guerra siria sigue produciendo refugiados. ACNUR espera un nuevo éxodo de 70.000 personas desde Alepo ante la ofensiva del gobierno de Asad y los cazas de Vladimir Putin sobre las posiciones rebeldes. Huir de esos bombardeos, o de las decapitaciones del Estado Islámico, o de las matanzas de los alzados, cruzar el mar y recorrer 3.000 kilómetros para acabar muerto de frío esperando en una frontera del interior de Europa.
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