CONFLICTO EN ORIENTE MEDIO

El linchamiento de un eritreo abre el debate sobre la venganza de los israelíes

El joven inmigrante, confundido con un terrorista, fue tiroteado y apaleado hasta la muerte por un grupo de civiles

Diario de noticias de Alava, , 20-10-2015

JERUSALÉN – El linchamiento de un eritreo en un atentado en Israel ha abierto el debate sobre las venganzas de civiles con los atacantes en la actual ola de violencia, en una jornada en la que el Gobierno protestó ante el embajador francés por la iniciativa de desplegar una fuerza internacional en la Explanada de las Mezquitas. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pidió ayer a sus conciudadanos “respetar el estado de derecho” y “no tomarse la justicia por su mano” tras la muerte del joven inmigrante en la confusión del atentado que tuvo lugar el domingo en la estación de autobuses de la ciudad de Beer Sheva, en el sur del país.

“Somos un Estado de derecho, nadie se puede tomar la justicia por su mano”, afirmó el jefe del Gobierno israelí ante los medios.

Durante el tiroteo, registrado en una estación de autobuses, el joven inmigrante fue confundido con uno de los atacantes por un agente de seguridad que le disparó varios tiros, y una vez en el suelo, aún herido, fue brutalmente golpeado por numerosos pasajeros.

El emigrante ingresó en estado crítico en un hospital, donde falleció pocas horas después.

UN LINCHAMIENTO TELEVISADO Las violentas imágenes grabadas por las cámaras de televisión de la estación han abierto un debate en la sociedad israelí sobre los efectos que está teniendo la actual ola de violencia iniciada el 1 de octubre, y en la que se entremezclan el pánico y la sed de venganza por la cadena de ataques en todo el país. “Estamos en una lucha continua que ganaremos. Los civiles que son atacados actúan con lucidez, pero la gente debe acudir a los organismos de seguridad”, afirmó el primer ministro. Dani Adino Abeba, columnista del diario Yediot Aharonot de origen etíope, denunciaba ayer que los atacantes “ni siquiera vieron lo que tenía en sus manos”, aunque de la imágenes se desprende que “está claro que no estaba armado”.

Además del ciudadano eritreo, han muerto hasta ahora ocho israelíes y 43 palestinos uno de ellos árabe con nacionalidad israelí, cerca de la mitad de ellos autores o supuestos autores de ataques consumados o frustrados y, el resto, en enfrentamientos con el Ejército israelí.

“DISPARAR A MATAR” A ese respecto, la veterana política palestina y miembro de la OLP, Hanan Ashrawi, denunció ayer el excesivo uso de la violencia por parte de las autoridades israelíes, que a su juicio siguen una política de “disparar a matar” ante cualquier ataque, y calificó estas muertes de “ejecuciones extrajudiciales”. “Da igual que tuvieran un cuchillo o no, no suponían una amenaza para ellos (las fuerzas israelíes de seguridad)”, aseguró.

La violencia rebajó ayer el tono después de dieciocho días de ataques y enfrentamientos en una inusual jornada en la que se registraron incidentes menores y sólo se informó de un palestino herido. Mohamed Awawda, portavoz del Ministerio de Sanidad palestino, informó de que un joven de 19 años sufrió heridas de bala en un enfrentamiento en Belén con fuerzas militares israelíes.

Por su parte, el Ejército israelí comunicó la detención de un palestino de Jerusalén Este en el paso de Qalandia por tenencia de un cuchillo, y de varios lanzamientos de piedras contra vehículos israelíes en carreteras del territorio ocupado de Cisjordania.

Mientras, Netanyahu, paralizaba ayer la colocación de grandes bloques de hormigón que la Policía había comenzado a instalar en Jerusalén Este, para no dar la impresión de que la ciudad está siendo dividida, informaron medios locales. El diario Yediot Aharonot atribuye esa orden a las fuertes presiones de los ministros más ortodoxos del Gobierno israelí, entre ellos los de Educación, Nafatlí Benet, Transporte, Israel Katz, e Inmigración, Zeev Elkin. Aunque el titular de Seguridad Interior, Guilad Erdan, señaló en la reunión ministerial que la barrera se puede quitar en “media hora” ellos lo interpretan como una división de facto de la que Israel considera su “capital eterna e indivisible”. La decisión, que ya había sido aprobada en una reunión anterior del Gobierno israelí, sorprendió a algunos ministros tras conocer, a través de los medios, que la barrera de Yabel Mukaber podría llegar a una longitud de 300 metros, lo que a su juicio daría la sensación de una ciudad dividida dando una parte de ella a los palestinos tras el muro.

La ola de violencia comenzó a raíz de la disputa entre los dos pueblos por la Explanada de las Mezquitas, que los judíos denominan Monte del Templo.

PROTESTA ISRAELÍ ANTE FRANCIA Una propuesta francesa para desplegar una fuerza internacional en el recinto sagrado y reducir las habituales tensiones se ha topado con la tajante objeción de Israel, que ayer convocó al embajador de Francia, Patrick Maisonnave, al Ministerio de Exteriores para expresarle su rechazo de cualquier iniciativa “no coordinada”. Al término del encuentro, la Cancillería israelí emitió un comunicado en el que calificó la conversación de “peliaguda” y clarificó que en ella “se abordaron las complejas relaciones entre Israel y Francia, incluidas las iniciativas francesas en el marco de la ONU”. El Estado israelí “se opone a cualquier medida que no sea coordinada con él, elaborada sin su colaboración y que afecte a sus intereses vitales”, recalca la nota de Exteriores.

Desde Madrid, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, tampoco se mostró partidario de un cambio de estatus para la Explanada de las Mezquitas y afirmó que es contrario a la presencia de “actores externos” en el conflicto. – Efe

REFORMA LEGAL EN ISRAEL

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)