El Gobierno replica que es el segundo mayor donante en la zona y que hay que atajar el problema en origen

La Iglesia anglicana, cuya cúpula actual tiene un sesgo político más bien izquierdista, se ha enzarzado con el Gobierno de Cameron sobre la crisis de los refugiados. El pasado 10 de septiembre, 88 obispos remitieron una carta al primer ministro en la que le pedían que eleve el número de refugiados sirios que va a recibir el Reino Unido en los próximos cinco años de 20.000 a 50.000. El Ejecutivo no respondió a la demanda y ahora los clérigos, molestos por ese silencio, han revelado el contenido de su carta en «The Observer», el dominical del diario pro laborista «The Guardian».

Los obispos consideran que el enorme problema de los refugiados que llegan a Europa en busca de asilo constituye «una crisis moral», a la que el Gobierno conservador a su juicio ha dado «una respuesta inadecuada». Desde el 10 de Downing Street replican que «hay que atajar las causas del problema, no sus consecuencias».

El ministro de Defensa, Michael Fallon, recordó que el Reino Unido ha donado mil millones de libras (1.360 millones de euros) en ayuda a Siria y otros cien millones de libras más para los oenegés británicas que operan en la zona. El país es el segundo mayor cooperador tras Estados Unidos en ayuda a los refugiados de los campos de Líbano, Turquía, Siria y Jordania. En la convención conservadora de hace dos semanas Cameron recordó que la crisis «requiere ser abordada con cabeza y no solo con el corazón».

Paul Butler, el obispo de Durham, afirma que es «descorazonador» que el Gobierno no les haya contestado y cree que «a medida que ha ido creciendo el problema, su respuesta se ha vuelvo cada vez más inadecuada». Por su parte el obispo de Manchester alega que decidieron actuar por la exigencia de los feligreses, que les pedían hacer algo.

El país ha concedido asilo a 4.980 sirios desde 2011. El año pasado, Alemania, que ahora vive una gran polémica por la humanitaria pero controvertida decisión de Merkel de abrir sus puertas, aceptó a 175.000 asilados políticos, frente a solo 24.000 del Reino Unido. El Gobierno tory es contrario a abrir la mano, porque cree que se fomenta el efecto llamada. Pero tras la terrible foto del niño de tres años Aylan Kurdi ahogado en la playa turca, Cameron aceptó recibir a 20.000 sirios hasta 2020, que serán recogidos en los campos de refugiados y no de las remesas que viajan a Europa.

La carta al Gobierno fue firmada por 88 de los 108 obispos de la Iglesia anglicana en el Reino Unido. Las relaciones entre la cúpula eclesial y el Gobierno no son buenas. En la campaña de las elecciones generales de mayo los prelados publicaron un manifiesto en el que decían que votar era una obligación para todo cristiano y en el que entraban en consideraciones sobre el Estado del bienestar, el arsenal nuclear británico y la relación con la UE. Aunque estaba escrito con mucho tacto, los dirigentes tories se lo tomaron como una sutil petición de voto para la izquierda.

El arzobispo de Canterbury no ha firmado la carta sobre los refugiados, pero ha pedido varias veces al Gobierno una «respuesta humanitaria» ante la crisis. Los obispos explicaban en su misiva que «debido a su gran tradición de país santuario y a su conocida generosidad», el Reino Unido debería acoger al menos a 50.000 sirios en cinco años. Algunos dirigentes conservadores creen que los clérigos se han extralimitado con una intervención que entra al detalle de un asunto político concreto, lo cual no sería de su incumbencia.