La crisis de los refugiados ofrece a Ankara una nueva carta para sus aspiraciones

Turquía logró abrir el proceso de adhesión a la UE hace diez años, pero su candidatura sigue siendo muy polémica. Estos son los principales argumentos:

No es Europa

La mayor parte de Turquía está en la península de Anatolia, que no es geográficamente Europa sino Asia. La historia y los sucesivos intentos del imperio otomano de conquistar Europa por la fuerza tampoco juegan a favor de la demanda de Turquía.

Es otra cultura

Más allá del voluntarismo de los políticos y de la opinión pública turcas, el islam que profesa la inmensa mayoría de su población ha creado un bagaje cultural distinto del europeo. La Unión Europea no es ciertamente un «club cristiano», pero el cristianismo es indisociable de su herencia cultural, y está en raíz de los derechos y libertades sobre los que se cimenta la UE.

No tienen libertades

En diez años de negociación de adhesión entre Ankara y Bruselas, solo se ha cerrado un capítulo y 14 siguen abiertos; en particular los relativos a las libertades y derechos civiles. Turquía no reconoce el genocidio armenio, no concede plenas libertades a la minoría kurda (aunque se haya avanzado un poco) y no respeta la libertad de expresión, entre otras carencias políticas. En el mismo terreno, sigue sin reconocer la legitimidad de la república de Chipre, que es miembro de pleno derecho de la Unión.

Un gran mercado

En plena recesión económica en la Unión Europea, la entrada de Turquía ofrecería un nuevo mercado abierto de más de 71 millones de consumidores y por tanto un aliciente para la recuperación de todo el área comunitaria. Turquía tiene un elevado PIB y un fuerte crecimiento económico, que ha caído en los últimos tiempos pero sigue rozando el 3 por ciento anual.

Refugiados

Ankara se ha encontrado, debido a las guerras en Oriente Próximo, con dos grandes cartas en la manga: los refugiados y los yihadistas. La entrada de Turquía en la UE permitiría a esta llevar las fronteras exteriores a la península de Anatolia y blindarlas frente a nuevas olas de refugiados que huyen de los conflictos, centrados hoy en Siria e Irak. Turquía donde hoy se mueven con facilidad los islamistas radicales sería también una barrera frente al yihadismo mundial que apunta a Europa.

Ecumenismo

Después de haber promocionado el Diálogo de Civilizaciones junto a Rodríguez – Zapatero, Ankara presenta la incorporación como la prueba feliz de que cristianos y musulmanes pueden convivir sin dificultad. La población musulmana de Europa pasaría del 5 al 20 por ciento.