EL DRAMA DE LOS REFUIGIADOS

La UE blinda sus fronteras contra nuevos refugiados

Bruselas mejora su oferta económica para que Turquía acepte cooperar y taponar los flujos migratorios Estudia organizar vuelos de repatriación sin tener que solicitar permiso a países afectados

Diario de noticias de Alava, SILVIA MARTÍNEZ , 16-10-2015

“Necesitamos un plan pero no hay acuerdo ni entre los Estados miembros ni con Turquía”, explicaban anoche fuentes diplomáticas sobre el plan presentado por el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker que estaba siendo discutido anoche al cierre de esta edición. Previamente, sus servicios habían informado a los embajadores permanentes de la UE durante un breve encuentro restringido en el que varias delegaciones como la francesa expresaron dudas. “Estamos lejos del final de la negociación. Con todos los elementos hay problemas políticos”, añadían.

Uno de ellos es la posibilidad de empezar a trabajar en la liberalización de visados para los ciudadanos turcos para que puedan entrar en el espacio Schengen libremente. “Lo que no debería pasar es que con el pretexto de querer que Turquía nos ayude a retener refugiados en su país hubiera liberalización de visados de cualquier manera”, advirtió ayer el presidente galo, François Hollande. Fue el más claro pero no el único que admitió que necesitan muchas garantías por parte de Ankara de que mantendrán en su territorio a los refugiados y de que tratarán de integrarlos dándoles educación y trabajo. “Necesitamos garantías de Turquía de que su respuesta a nuestra oferta será tan concreta y sustancial como la nuestra”, recordaba el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.

SOLIDARIDAD A BUEN PRECIO El presidente turco Tayyip Erdogan ya visitó Bruselas el 5 de octubre pero dejó claro que solo aceptaría cooperar si la UE agiliza un proceso de negociaciones de adhesión que lleva años estancado, si exime de visados a los ciudadanos turcos que quieran entrar en territorio comunitario, si considera al PKK kurdo como una organización similar al Estado Islámico y si apoyan la ideas de crear zonas seguras en el norte de Siria. Ideas muchas de ellas que siguen siendo una línea roja para muchos gobiernos y de ahí el ejercicio diplomático puesto en marcha por la Comisión Europea que el miércoles enviaba al comisario Johannes Hahn y al vicepresidente Frans Timmermans a negociar a Ankara. El resultado es ese plan recibido ayer con tibieza pero que podría ser un punto de partida para negociar.

“La mayoría de los refugiados de guerra que vienen a Europa viajan por Turquía. No podremos contener el flujo de refugiados sin trabajar conjuntamente con Turquía”, admitía la canciller alemana, Angela Merkel. Su papel en la crisis de los refugiados y la apertura de fronteras que decretó ha sido puesto en cuestión dentro de su partido y este domingo se desplazará a la capital de Turquía para entrevistarse con su homólogo turco Erdogan. Es evidente que la cita puede servir para desencallar una cooperación que muchos ven crucial.

De la cumbre también saldrán previsiblemente nuevos acuerdos para reforzar el papel de la Frontex con vistas a dotarle de autonomía suficiente como para organizar vuelos conjuntos de repatriación de inmigrantes irregulares sin tener que solicitar permiso a los países afectados. Además, la UE se plantea crear una oficina de retorno dentro de la agencia antes de finales de año y dar mayor autoridad a Frontex en este terreno para que despliegue equipos conjuntos. La cumbre sirvió además para aclarar los planes del primer ministro británico, David Cameron. Remitirá sus propuestas para replantear las relaciones entre Reino Unido y la Unión Europea a comienzos de noviembre.

ÉXODO TRAS EL ÉXODO. Dos refugiados trasladan sus pertenencias al abandonar un refugio temporal con temperaturas que rozan los cero grados cerca de Schwarzenborn (Alemania). El campamento temporal, construido con tiendas de campaña, ha sido desalojado para reubicar a las familias en otro tipo de alojamiento dada la crudeza de la climatología y el clamor social contra este tipo de alojamientos. Foto: Efe

las claves

BERLÍN El pleno del Bundestag (cámara baja alemana) dio ayer luz verde al paquete de reformas de la legislación de asilo diseñado por el Gobierno de Angela Merkel para acelerar la tramitación de las solicitudes, agilizar las expulsiones y recortar determinadas prestaciones económicas. El proyecto fue apoyado por los diputados conservadores y socialdemócratas que respaldan la gran coalición de Merkel, quien pidió el voto a favor aunque admitió que la solución a la crisis no puede ser sólo nacional y exige “solidaridad europea”. La iniciativa clasifica a Albania, Kosovo y Montenegro como países de origen “seguros” y deja así a sus nacionales casi sin oportunidades reales de conseguir refugio en Alemania, que prevé registrar este año más de 800.000 peticiones. Mientras se tramitan sus solicitudes, estas personas permanecerán en los denominados albergues de primer acogida, sin pasar a alojamientos de carácter más permanente. Determinadas ayudas que recibían hasta ahora los solicitantes de asilo en metálico se transformarán en prestaciones en especie. Efe

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